Ahora Madrid ha tomado la decisión de devolver al ayuntamiento la Empresa Mixta de Servicios Funerarios, que desde 1993 funcionaba como empresa mixta con un 51% del capital en manos del consistorio y el 49% restante estaba en manos de Funespaña, una sociedad controlada por Mapfre.
Esta compañía ganó en 2014 más de 800.000 euros y el consistorio de Manuela Carmena quiere quedarse con todas estas ganancias "para darles un uso social". Según el concejal de Hacienda, Carlos Sánchez Mato, "la empresa privada invirtió 1,2 millones en su momento y ha recibido más de 64 millones de euros" desde entonces. Esta privatización de los beneficios generó dudas jurídicas y desde 1993 hasta 2014 se han detectado irregularidades. Una sentencia de 3 de junio de 2008 establece, según el ayuntamiento, que la venta de la funeraria generó "un daño a los intereses públicos". Un informe de 2012 de la Intervención General del Ayuntamiento, también según el consistorio, dice que "no está acreditado que se cumplieran los principios de publicidad, concurrencia, transparencia y objetividad en los contratos".
El contrato por 50 años firmado en 1966 expira el 15 de septiembre del año que viene. Los empleados se subrogarán a la nueva empresa pública
A la hora de la verdad, el ayuntamiento viene quedándose fuera de la gestión de esta sociedad dividida en dos áreas de negocio, los servicios funerarios en sí mismos, que dan beneficios, y los cementerios que tienen ligeras pérdidas. La empresa municipal se constituyó en 1966 con una duración de 50 años, que expiran el 15 de septiembre de 2016. Ese mismo día, se extinguirá la sociedad actual y se creará una sociedad nueva, integrada al 100% por capital municipal.
Salida de dinero público
"La rentabilidad para el inversor privado era legítima pero ha tenido un coste para los madrileños de 64 millones que se ha ido a la empresa privada. Pensamos que estos servicios pueden hacerse con los trabajadores del ayuntamiento". La sociedad cuenta ahora mismo con 530 trabajadores que se subrogarán a la nueva empresa pública.
Mapfre cobraba por dos vías, un 20% del resultado antes de impuestos y un 49% del resultado después de impuestos, según ha asegurado el concejal, porque así se estableció en su momento. La privatización en el año 1993 fue por 100 pesetas y "la tasa de rentabilidad del 208,5%, un número espectacular que esperamos mejorar con un criterio social".
"Privatizar parcialmente es muy costoso para los ciudadanos", ha dicho Sánchez Mato.
En 2014, los ingresos de la funeraria fueron de 30 millones de euros por unos gastos de 28,7 millones, con un beneficio de 1,3. Por su parte, los cementerios gastaron 21,5 millones e ingresaron 21, perdiendo en total medio millón de euros.
Reacción de Mapfre
Las intenciones del ayuntamiento han sido comunicadas en el consejo de administración de Funespaña este mismo miércoles. Y la previsión es de que Mapfre no acepte tal cual perder esta fuente de ingresos. De hecho, Ahora Madrid ya tiene los servicios jurídicos a punto para la batalla legal por el control de la funeraria, que esperan ganar al estar convencidos de la legalidad de sus actos. Según informaba 'El Confidencial' este mismo miércoles, Funespaña planea pedir unos 25 millones de euros, lo que le corresponde de los aproximadamente 50 millones que la EMSF tiene como "reservas de beneficios no distribuidos.