Los barones autonómicos del PP están que trinan con la política antirrenovable del Gobierno central. Hasta ahora, eran los presidentes de las comunidades más intensivas en el desarrollo de la energía solar fotovoltaica (Extremadura, Murcia..) los más críticos con los recortes aplicados desde el Ministerio de Industria y Energía.
Pero esta semana ha llegado al superregulador CNMC la andanada antirrenovable que han apadrinado el ministro José Manuel Soria y su secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, y han trabajado en la sombra las consultoras Boston Consulting y Roland Berger.
La propuesta de orden ministerial asesta un duro hachazo a los ingresos no sólo de la energía más vapuleada hasta ahora, la fotovoltaica, sino también a la que era la más respetada y consolidada, la eólica. El nuevo sistema de retribución que propone Industria deja fuera de las primas verdes a los parques eólicos que se pusieron en marcha antes de 2005. Y precisamente, la mayoría de estos parques más antiguos están en Galicia, La Rioja, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Aragón, comunidades todas ellas gobernadas por el PP.
Los parques eólicos más antiguos, que son los que podrían quedarse sin primas renovables, están mayoritariamente en CCAA controladas por el PP
Según las fuentes políticas consultadas, barones de la talla de Alberto Núñez-Feijóo (Galicia) o Juan Vicente Herrera (Castilla y León), entre otros, ya han trasladado su malestar al Gobierno central por el duro e inesperado varapalo que sufre una industria, la eólica, que es santo y seña del desarrollo industrial de esas comunidades y cuya fabricación esencialmente made in Spain.
Las voces críticas de los barones que presiden CCAA con gran desarrollo eólico se unen ahora a las de líderes autonómicos del partido como Ramón Luis Valcárcel (Murcia), José Antonio Monago (Extremadura) y Alberto Fabra (Valencia), que se levantaron en armas, primero, contra las políticas antifotovoltaicas del Gobierno Zapatero, y posteriormente contra las del máximo líder de su partido, Mariano Rajoy, hasta el punto de que han llegado a plantear todas ellas recursos de inconstitucionalidad ante el Alto Tribunal por los recortes a esta energía solar.
Se da la circunstancia de que la propuesta de Soria y Nadal para recortar la retribución que reciben los parques eólicos, que en su conjunto han llegado a producir más del 50% de toda la energía consumida en España, penaliza a los parques más viejos y con inversiones amortizadas y premia a los más nuevos.
La propuesta de Soria y Nadal parece estar orquestada contra los parques que se desarrollaron en la época de Aznar y a favor de los que se pusieron en marcha con Zapatero, que no perderán sus primas
Al dejar fuera del sistema de primas renovables a los parques eólicos anteriores a 2005, se está atacando directamente la política prorrenovable que desarrolló el presidente Aznar en los años anteriores. "La propuesta considera sobrerretribuidos a los parques que se desarrollaron en España finales de la década de los 90 y principios de la del 2000, que es cuando gobernó Aznar, y por eso se les retirará las subvenciones 'verdes'. Y sin embargo, los parques que se desarrollaron a partir de 2004, cuando llegó Zapatero, se consideran retribuidos correctamente y podrán seguir percibiendo primas. De ello se beneficiarían sobre todo Andalucía, Cataluña y Asturias, CCAA no controladas por el PP. La del Ministerio de Industria es una estrategia que ha levantado ampollas entre las filas populares autonómicas", denuncia una fuente empresarial.
Desde que el lunes pasado se conociera la propuesta de Industria para establecer los parámetros en los que se basarán las retribuciones renovables, las empresas y patronales de las energías verdes, así como la industria de cogeneración, tratan de buscar una explicación racional a tan severo ajuste.
La patronal eólica, estupefacta, llega a preguntarse si la propuesta de Industria "es un error", dada la gravedad de un ajuste que puede dejar muy dañada a la primera fuente energética de España
Ayer fue la Asociación Empresarial Eólica, liderada por empresas de la talla de Acciona o Iberdrola, la que puso el grito en el cielo.
"El Gobierno español pasará a los anales como el que puso fin a la historia de éxito del sector eólico español con la regulación más regresiva jamás adoptada en España. La última pieza de la Reforma Energética, la propuesta de Orden Ministerial que fija los parámetros en los que se basará con carácter retroactivo la retribución de todos los parques eólicos, deja sin retribución a toda la potencia instalada antes de 2005, el 37% del total. Se trata de la normativa más perniciosa que se ha dictado nunca en ningún país en contra del sector eólico, considerado un sector competitivo y de futuro en todo el mundo. La eólica es, sin duda, la tecnología más penalizada por la Reforma, lo que resulta incomprensible e inadmisible, ya que percibe tan sólo el 25% de las primas y supone el 11,4% de los costes regulados del sistema, además de ser la primera fuente de electricidad de España y haber cumplido escrupulosamente los objetivos del regulador".
La AEE, estupefacta con la propuesta, llega a pensar que "tiene que ser un error: no es posible que un Gobierno regule contra la primera fuente de electricidad del país, recortando de golpe el valor de las empresas del sector al condenarlas a una inevitable depreciación de sus activos, problemas de caja para hacer frente a las deudas, y dificultades incluso para refinanciar los proyectos".