Los mercados siguen tensos por Cataluña, pero por distintos motivos. Los inversores han pasado de temer en las últimas semanas una posible declaración unilateral de independencia (DUI) y sus consecuencias jurídicas a estar más asustados por algo más real e inmediato: la desaceleración económica que está produciendo la tensión en Cataluña.
"Si el Gobierno aplica el artículo 155, el Parlamento catalán podría decidir declarar la independencia unilateral. Esto está en línea total con nuestras perspectivas", señala Pedro Garnica, de Alantra Equities, en un comentario enviado a clientes. "Cuanto más dure este periodo de incertidumbre, mayor será el daño a la economía catalana (19% del PIB español), y como resultado a la española", añade. Este banco de inversión ha rebajado la previsión de crecimiento en España del 3,1% al 3% este año y del 2,5% al 2% el próximo.
Atrás han quedado los momentos en los que los inversores provocaron una oleada de ventas en las empresas con sede en Cataluña, por el mero hecho de estar allí. Entre el 2 y el 6 de octubre, después del falso referéndum, las compañías radicadas en la comunidad perdieron de media 1,2 puntos porcentuales que el Ibex 35.
Ese fin de semana se produjo la estampida de empresas moviendo su sede, liderada por los bancos: CaixaBank y Banco Sabadell. La siguiente semana se dio la vuelta a esta tendencia, y las empresas catalanas (con sede social ya en otros lugares salvo Grifols) ganaron 1,14 puntos porcentuales más que el Ibex.
Mejora
Y esta semana ha seguido igual la tendencia: con las empresas hasta hace poco barcelonesas avanzando de media medio punto porcentual más que el Ibex. Aunque durante estos días ha sido debido principalmente a la contraopa sobre Abertis de ACS, que también ha beneficiado a su filial Cellnex. En cualquier caso, la distinción que hacían antes los inversores entre empresas catalanas y del resto de España ha dejado de existir.
Tras esta distinción, las últimas novedades en Cataluña sacudieron ayer jueves al Ibex, que cerró su segunda peor sesión de la semana, con una caída del 0,74%. Los inversores están cautos por la previsión del Gobierno de una desaceleración del PIB de tres décimas el próximo año, que la Autoridad Fiscal (AIReF) eleva potencialmente hasta 1,2 puntos porcentuales.
De hecho, entre las compañías que más caen en la última semana están las inmobiliarias (Renta Corporación, Colonial, Hispania y Merlin) y las hoteleras (NH y Meliá), por la paralización de las grandes compras y el turismo, respectivamente.