Las entidades financieras presentes en el capital de Metrovacesa (Banco Santander, BFA -matriz de Bankia-, BBVA, Banco Sabadell y Banco Popular), que controlan el 95,4% de la misma, lanzarán una opa de exclusión para hacerse con el 100% de la compañía, según han indicado a Efe fuentes financieras. En la actualidad, el principal accionista de la inmobiliaria es Banco Santander, con un 34,8%, seguido de Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz de Bankia, con un 19%; BBVA, con el 17,3%; Banco Sabadell, con el 12,3% y Banco Popular, que controla el 12% del capital social, según los registros del supervisor bursátil. El precio será de 2,28 euros por acción según consta en la CNMV.
El regulador ha decidido suspender la cotización de Metrovacesa a las 17.10 horas por concurrir "circunstancias que pudieran perturbar el normal desarrollo de las operaciones". En el momento de la suspensión, las acciones de Metrovacesa subían un 15,28% y se intercambiaban a 0,83 euros. Con estos datos, Metrovacesa valía en bolsa 820,17 millones de euros, después de que sus acciones se devaluaran un 20,19 % desde principios de año, hasta situarse en 0,83 euros, muy lejos del máximo de 134,95 euros por título alcanzado el 18 de diciembre de 2006, informa Efe.
La intención de la banca llega mes y medio después de que el Consejo de Administración de Metrovacesa aceptase la dimisión -a petición propia- de Vitalino Nafría Aznar como consejero y presidente de la entidad, un cargo que ocupaba desde 2009, y nombrase a Ignacio Moreno Martínez como su sustituto. Moreno, que ejercía como consejero delegado de la firma N+1 Private Equity y consejero de Telefónica España, ha sido director general del Área de Presidencia en BBVA y consejero delegado de Vista a lo largo de su trayectoria profesional.
Nafría fue designado máximo representante de la compañía en 2009, cuando seis bancos acreedores de la familia Sanahuja, entonces principal accionista de Metrovacesa, tomaron el 65,52% del capital de la compañía. En el primer semestre del año, la inmobiliaria perdió 151,26 millones de euros -frente a las ganancias de 15,3 millones de un año antes-, después de que sus ingresos bajasen cerca de un 20%, su entrega de viviendas retrocediese un 30% y la valoración de sus activos también bajara. Su deuda financiera neta consolidada a 30 de junio se situó en 5.053,9 millones de euros, un 0,4% más que al cierre de 2011.
Desde los máximos que registró en la primera mitad de 2007, la capitalización bursátil de la compañía -entonces la inmobiliaria con mayor valor (8.523,4 millones)- ha visto reducido su valor un 92% y el importe de sus títulos un 98%.