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Una maniobra legal de Cañete permite saltarse la normativa europea del ibérico cruzado

El Gobierno aprueba un reglamento que desecha los procedimientos comunitarios aplicables a los ejemplares sucedáneos del ibérico, concebidos mediante cruces genéticos.

  • Miguel Arias Cañete

El real decreto con el que Miguel Arias Cañete impulsó la rentabilidad de las explotaciones ganaderas de ibérico cruzado a principios de 2014 infringe la normativa comunitaria sobre animales híbridos porcinos. Concretamente, una norma europea incorporada al derecho español desde el año 1991. Se infringe la normativa europea sobre procedimientos aplicables a los animales de la especie porcina obtenidos mediante cruzamientos -hibridación- de distintas razas. La vigente norma de calidad del ibérico, -promovida por Cañete y aprobada por el Gobierno- aparenta que cumple los procesos determinados por Bruselas pero permite a las explotaciones de cerdo ibérico españolas manejar y comercializar millones de animales cruzados de ibérico cada año fuera del control impuesto por el ordenamiento jurídico de la Comisión Europea.

Estas disposiciones Comunitarias (Directiva 88/661/CEE y Decisiones 89/504/CEE, 89/505/CEE y 89/506/CEE, volcadas en la propia página web del Ministerio) datan de los años 1988 y 1989 y determinan que un reproductor porcino híbrido, "es todo aquel animal que procede de un cruce planificado entre ejemplares de raza pura pertenecientes a razas diferentes o bien entre animales que pertenecen a una raza pura y a otra procedente de un cruce". Exige que estos ejemplares dispongan de una filiación nominal propia para la nueva combinación racial, identificación tras el nacimiento y que todos sus miembros inscritos figuren en un libro de registro, donde deben aparecer anotados también sus progenitores. Este libro censal, deberá ser gestionado por una asociación ganadera, de cría o en su caso por un servicio oficial de la Administración.

Camada de lechones cruzados de ibérico amamantándose 

El Ministerio reconoce en una carta que ha omitido el proceso normativo comunitario y que no lo ha comunicado a Bruselas. En esta misiva, que obra en manos de este periódico y fue remitida por la Dirección General de Industria Alimentaria (cuyo responsable es Fernando Burgaz) en febrero de este año, se reconoce que el Ministerio "obvió la legislación sobre porcinos ibéricos".

El Ministerio reconoce en una carta que incumple la normativa europea y que no lo ha comunicado a Bruselas

Sin embargo, Cañete ha boicoteado voluntariamente la inclusión de todas las reguladas actuaciones a desarrollar en los procesos de cruce y que obligatoriamente contempla Bruselas. Tras alcanzar el favorable veredicto del Parlamento Europeo, el ministro (que se maneja bien en Bruselas y en Madrid) ha prescindido deliberadamente de los requisitos contenidos y exigidos por un título normativo, que por su carácter prevalente tendrían que haber sido adoptados. 

Hay que recordar que los animales cruzados, que la vigente y derogadas disposiciones sectoriales permiten denominar racial y comercialmente como 'ibérico' suponen más del 90% de la cabaña ganadera que anualmente se sacrifica en España. Los animales ibéricos puros alimentados con bellota, los de más calidad y más costosos de criar, apenas llegan al 7% el total.

Monopolio legal de la interprofesional Asici

Durante la legislatura anterior a las elecciones del 20D, Toni Cantó, entonces diputado de UPyD y hoy portavoz de Agricultura en Ciudadanos, formuló una pregunta parlamentaria sobre los controles y procesos que se estaban llevando a cabo para cumplir con los procedimientos técnicos y administrativos que exige Bruselas para este tipo de animales gestados mediante cruces genéticos, ya que en la vigente normativa sectorial no figuraban establecidos. La respuesta fue que "se tiene previsto que sea la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (Asici) la que registre con las garantías necesarias los animales cruzados y las explotaciones en las que se encuentren, todo ello con un protocolo en el que tanto las asociaciones gestoras de los libros genealógicos, las entidades de inspección y la interprofesional tienen sus funciones claramente definidas".

Este encargo para Asici, con quien este diario se ha puesto en contacto sin lograr respuesta, es en la práctica un monopolio legal para comercializar de forma exclusiva los nuevos precintos de colores que se deben colocar en todos los jamones y paletas. Sobre el papel, la interprofesional cumple explícitamente las decisiones y protocolos administrativos que impulsa la Mesa de Coordinación del Ibérico, un organismo que Cañete reformó en 2014 y al que se le asignó la función de "seguimiento, coordinación y armonización de las actuaciones previstas"en la norma implantada por el hoy comisario europeo.

Asici, la interprofesional del ibérico, no es una asociación ganadera o de cría, como así lo obliga Europa. Además, el manual que invoca el Gobierno y activa la Mesa de Coordinación del Ibérico, –revisado a finales del año 2015– introduce una clara medida administrativa, enfrentada abiertamente a una predominante disposición comunitaria.

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