El mercado de la televisión en streaming es cada día más competitivo y Netflix lo sabe. Por eso -y por la creciente inversión que supone su producción original- la compañía estadounidense ha decidido subir sus precios a nivel global, una estrategia comercial en la que España estaría incluida.
A partir de ahora, dos de sus planes de suscripción subirán uno y dos euros respectivamente. Se trata del paquete estándar con contenido HD y dos pantallas, que pasará de costar 9,99 euros a 10,99 euros; y del paquete premium, con contenido Ultra HD y hasta cuatro pantallas, cuyo precio pasará de los 11,99 euros a los 13,99 euros. El plan básico (el más barato) seguirá costando 7,99 euros, aunque
Este nuevo plan de precios se aplicará inmediatamente a todos los nuevos suscriptores que se unan a la plataforma, mientras que los clientes que ya tengan contratados estos servicios empezarán a abonar la nueva tarifa a partir del próximo 19 de noviembre -se les notificará con 30 días de antelación-.
Netflix mantiene así su tarifa más baja al nivel de HBO, su competencia más directa, mientras que otras plataformas como la recién aterrizada Sky (10 euros al mes) o Movistar + (que no comercializa su paquete de series por separado, ofreciéndolo junto a sus servicios de telefonía y fibra a partir de 75 euros mensuales).
El precio más bajo del mercado de la televisión a la carta sigue correspondiendo a Amazon Prime TV, que por 19,95 euros al año permite acceder a todo su catálogo y a los servicios de envío rápido de la compañía. Una circunstancia que sin embargo también podría cambiar, ya que, según avanza hoy Teknautas, la tarifa anual podría subir entre 20 y 40 euros a partir en los próximos meses, igualando el precio de este servicio al que se ofrece en otros países europeos -en la actualidad, los españoles disfrutamos del precio más bajo del mercado para esta plataforma-.