Los operadores de drones están molestos. Han pasado ya seis meses desde que se aprobara la nueva legislación sobre drones permitiendo su uso profesional urbano y nocturno pero todavía no hay ningún operador con esa autorización en España...y no porque ninguno de los 3.000 operadores que existen en el país lo haya pedido.
Según datos de la propia Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) a los que ha tenido acceso Vozpópuli, 160 operadores han pedido autorizaciones para volar en aéreo/nocturno pero ninguna ha tenido una respuesta positiva.
"La mayoría de los operadores no tiene mayores conocimientos de aeronáutica y les cuesta amoldarse a nuestra exigencias de seguridad, es todo muy nuevo", dicen las mismas fuentes, que precisan que AESA está desarrollando en estos momentos distintas guías que ofrecen mayor concreción sobre los "requisitos técnicos específicos necesarios para que los operadores lo tengan más fácil" a la hora de cumplir las normas, sin precisar en este sentido plazos ni objetivos.
En cualquier caso, inciden desde AESA, 30 peticiones de las registradas "cumplen con alguno de los requisitos de seguridad" fijados por la ley, y estos casos, dicen las mismas fuentes, "se están analizando ahora en profundidad".
"La legislación ya es de por sí muy estricta, es de las más estrictas del mundo y tal como está redactada, es muy complicada de entender por muchos, muy interpretable por otros...y poco aplicable desde un punto de vista electrónico. El principal problema es que la Administración tarda mucho en aplicarla", es la visión de los operadores como el presidente de la Asociación Española de Drones y Afines y abogado especializado en tecnología e innovación, Salvador Bellver. "El tema no es solo que no den las autorizaciones sino que muchas peticiones no tienen respuesta de ningún tipo y, pasados seis meses, acaban en silencio negativo como lo permite la ley".
Intrusimo
"Mientras tanto, los operadores profesionales estamos perdiendo trabajos por no recibir la correspondiente autorización", dice el presidente de la Federación Española de Drones (FEDAR), Gerónimo García, que asegura que es en los centros urbanos donde están las principales oportunidades del sector. Este escenario, según los operadores, obliga a muchos a saltarse la autorización y/o fingir usos lúdicos para poder ofrecer ya trabajos en estos ámbitos. "El 50% de los trabajos que se realizan actualmente con drones en España son ilegales o carecen de la debida autorización", dice Bellver. García eleva ese porcentaje a un 90%.
Desde AESA dicen no tener constancia de estos datos. Aún así, afirman haber abierto un total de 184 expedientes sancionadores (el dron se empezó a regular en 2014), aunque reconocen que dichos expedientes solo se limitan a casos certificados. Existen otros en los que no se producen sanciones, según AESA, por las dificultades 'técnicas y legales' para identificar al piloto responsable del dron al no existir un registro nacional de pilotos, sino solo de operadores. Sin sanción por "no poder comprobarse la identificación del piloto del dron" acabaron, por ejemplo, las denuncias que Bellver hizo por el uso en urbano de un dron en la grabación de un spot para las elecciones de 2015 de Rita Barberá y de otro en un acto de campaña del PSOE en Valencia ese mismo año.
"Lo que pedimos es que la ley sea aplicable y paguen los que no la cumplan", dice Bellver, que señala limitaciones técnicas de la Administración. "La tecnología ya permite el 'aeroscop', esto es, los antidrones que detectan zona, altura y número de serie de drones en un radio de kilómetros, pero con suerte hay uno o dos en toda España".