Nunca el dinero del FROB ha sido tan caro para la banca como puede serlo ahora. En caso de que sea necesario inyectar dinero público en las arcas del Fondo de Garantía de Depósitos (FDG), para completar la reforma financiera, la banca tendrá que pagar alrededor de un 9,5% anual en concepto de intereses del préstamo. Hasta el momento, las entidades que han recibido dinero del Estado están devolviendo estos créditos con unos intereses que rondan entre el 7,75% y el 8% anual.
Este préstamo del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria es una de las cuatro opciones que están sobre la mesa para desbloquear el actual parón que está sufriendo el proceso de reforma financiera. Una situación que está empezando a ser criticada desde la banca. De hecho, Miguel Martín, presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), reclama que el Banco de España y Economía acuerden sin dilación el instrumento que financie el nuevo mapa financiero.
"El FROB se creó para eso. Ese debe ser el vehículo que lo financie, más que nada porque dentro de él están los secretarios de Estado de Economía y de Hacienda. Si deciden que sea el Fondo de Garantía que nos lo expliquen", aseguró ayer el presidente de la patronal bancaria, durante la presentación de los resultados de la banca española en 2011. Un curso en el que el beneficio de los bancos españoles fue de 8.295 millones, un 41% menos, con un último trimestre en pérdidas.
Sin presencia de la banca, como reclaman desde el sector, el Ministerio de Economía y el Banco de España se reunieron ayer para buscar la solución que financie la reestructuración del sector financiero ante la sequía del Fondo de Garantía de Depósitos. Además de este posible préstamo del FROB al FDG, en las negociaciones aparecen otras tres opciones: Nuevas derramas al fondo por parte de la banca; una emisión propia del FDG con el aval del estado y un préstamo de las propias entidades al fondo.
"Puede haber una solución a final de semana", aseguran fuentes del sector. Otros actores, sin embargo, creen que se puede demorar más porque "las posturas están bastante encontradas". La banca quiere que la factura de la reforma lo pague el Estado, a través del FROB; el Estado que sea el sector a través del Fondo de Garantía de Depósitos. "Hay que encontrar un acuerdo ya porque esta indefinición está volviendo a poner al sistema financiero español, de nuevo, en entredicho", explican desde una entidad sistémica. El propio Martín fue más rotundo: "La reestructuración financiera está inacabada y sin un rumbo muy preciso".
La primera luz de alarma se atisbó ayer desde Bruselas. Un alto dirigente de la Comisión Europea insinuó al Gobierno que puede recurrir al fondo de rescate para recapitalizar la banca si no dispone de recursos públicos o privados para hacerlo por su cuenta. "Quizá España debería plantearse una tercera vía", afirmó ayer este alto dirigente en un encuentro con periodistas españolas en Bruselas. Esta tercera vía apunta hacia la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (FEEF), el fondo de rescate de la zona euro que desde el año pasado está autorizado a participar en la recapitalización de entidades incluso en países que no han sido formalmente rescatados.
Fuentes de Economía negaron ayer que al Gobierno español se le haya trasladado esta posibilidad. "Tampoco lo consideramos necesario", aseguraron estas mismas fuentes. Sin embargo, en las entidades causó preocupación el mensaje lanzado ayer por Bruselas a escasos días de que responsables del Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea aterricen en España, como adelantó Vozpópuli. para realizar un duro control sobre su sistema bancario al que no se sometía desde 2006 y que será publicado a mediados de junio. Fuentes del Banco Central Europeo negaron que esta institución forme parte de esta expedición.
