La operadora de móvil virtual Pepephone acaba de aprobar su expansión por Latinoamérica. Tal y como venía anunciándose desde el pasado mes de septiembre, el país elegido para poner los pies en el continente es México. Esta misma semana, los responsables de la compañía de telefonía de bajo coste acaban de confirmar su entrada en el mercado mexicano, tras haber concluido los trámites con sus socios tecnológicos y las autoridades del país.
"Se nos planteó la opción de entrar en Latinoamérica, pero para ello nos recomendaron que lo hiciéramos con un socio operador; las negociaciones ya han acabado con acuerdo"
Para esta aventura, la compañía dirigida por Pedro Serrahima contará con la colaboración de un viejo socio. Y es que al igual que ya ocurre en España, Pepephone prestará sus servicios en México a través de Movistar (Telefónica), que funcionará como compañía operadora. "Se nos planteó la opción de entrar en Latinoamérica, pero para ello nos recomendaron que lo hiciéramos con un socio operador; las negociaciones ya han acabado con acuerdo", señaló Serrahima a este diario.
Pero la expansión de Pepephone no se limitará a México. Y es que la compañía está ultimando negociaciones con operadores del mercado de las teleco para empezar a competir también en el mercado colombiano. "No es algo que esté aún cerrado ya que ni siquiera tenemos definido quién será nuestro operador allí, pero es algo en lo que estamos avanzando para que esté en marcha en unos meses", añadió.
Expansión a la vez que diversificación
La decisión de entrar en América Latina llega mientras Pepephone (una de las empresas más rentables del sector: factura 60 millones de euros con 20 empleados) lleva a cabo gestiones para sacar al mercado cuanto antes una filial de negocio bancario. Siguiendo el modelo que ya funciona en telecomunicaciones, la fórmula elegida supondría contar con el paraguas de un banco tradicional (en el que estarían depositados los fondos garantizados).
El secreto del éxito de Pepephone (y el modelo de Pepeenergy) se basan, según sus propios responsables, en propuestas normales y en ser una compañía transparente. Sus facturas de la luz, por ejemplo, detallan tanto el coste de obtener esa energía como el porcentaje de impuestos y de margen de negocio que se lleva la operadora. Ahora creen que en un sector como el financiero, que atraviesa una crisis tecnológica y de rentabilidad, hay margen para marcar la diferencia.
