La presencia de Pescanova en Portugal fue una de las grandes apuestas de la multinacional gallega y en particular de su expresidente, Manuel Fernández Sousa. La compañía inauguró en 2009, en presencia del entonces presidente del país, José Sócrates, la piscifactoría de Mira, la mayor del mundo en cría de rodaballo, tras recibir ayudas del Gobierno portugués valoradas en cerca de 60 millones. Este año, tras más de cien millones invertidos en el país, el grupo pesquero podría despedirse de su aventura portuguesa.
Pescanova, a través de su filial lusa, Acuinova Portugal, preveía alcanzar una producción de 7.000 toneladas de rodaballo al año, pero nunca llegó a acercarse a esa cifra. En 2013 la compañía, en sus cuentas auditadas por BDO publicadas tras saltar el escándalo contable del grupo, informó que preveía una producción durante los años posteriores de 3.500 toneladas. Sin embargo explicaba que se había producido un siniestro en la planta de Mira y que se trabajaba en la reparación de la piscifactoría, pero admitía que no se preveía inyectar fondos para la reactivación de la Fase II de la reconstrucción de la planta de acuerdo al plan incluido en la propuesta de convenio de acreedores.
La filial portuguesa de Pescanova perdió 17,4 millones en 2014
En su último informe financiero anual, publicado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores la pasada semana, auditado por EY, Pescanova contabiliza su negocio en Portugal por vez primera como activo mantenido para la venta. El grupo valora las inversiones que ha realizado en el país en 107,8 millones de euros.
De acuerdo a fuentes cercanas a la multinacional gallega, el grupo de bancos españoles acreedores de la empresa, que se convertirán previsiblemente en el último trimestre del año en los principales accionistas de Nueva Pescanova, estimarán la posible salida de Portugal. "Ahora mismo el pasivo asignado a Portugal es mayor que el activo", señalan. Al frente de la planta portuguesa están ahora entidades financieras del país, que aguardan la llegada de una posible oferta por Acuinova Portugal mientras tratan de mantener la actividad.
Según las últimas cuentas de Pescanova, la filial portuguesa registró pérdidas en 2014 por valor de 17,4 millones de euros.
Amplió plantilla en 2014 pero redujo puestos directivos y comerciales
A pesar de encontrarse en concurso de acreedores (Pescanova logró sacar adelante convenio de acreedores en mayo de 2014 y evitar la situación concursal en la que se encontraba), y afrontar uno de los mayores escándalos contables ocurridos en una empresa española (el grupo ocultó más de 1.500 millones de euros de deuda), la multinacional gallega amplió en 2014 su plantilla.
El informe financiero anual de la empresa indica que el pasado año la plantilla ascendió a 12.345 personas, frente a las 11.605 personas empleadas en 2013. Fuentes cercanas a la compañía explican que el aumento de plantilla se debió a la mayor contratación, temporal, de personal en Centroamérica, por un incremento de la actividad en la zona.
Pescanova redujo el número de empleados en cargos de dirección (de 151 a 132); en delegados de venta (de 128 a 65); técnicos (de 1.860 a 1.608); y jefes y oficiales (de 1.031 a 925). A 31 de noviembre de 2014 el número de empleados del grupo se dividía en 8.267 hombres y 4.695 mujeres.