Philip Morris liderará una fundación para "reducir el daño que causa el tabaco y crear un mundo sin humo". La matriz de Marlboro, Chesterfield y otras marcas mundiales ha anunciado que dotará a esta organización "sin ánimo de lucro" de 80 millones de dólares anuales, empezando en 2018 y durante 12 años, para "ofrecer una opción mejor a millones de hombres y mujeres que siguen fumando".
PMI, principal compañía tabaquera mundial, ha lanzado durante este último año el producto iQos, un ingenio hacia el que la compañía pretende virar a sus clientes que quieran, pero no puedan, dejar de fumar. Se trata de un tabaco que se calienta en lugar de arder, lo cual sería menos nocivo para la salud según aseguran los estudios que ha realizado la compañía, pendientes de ser avalados por la Foods and Drugs Administration (FDA).
Sin embargo, en la comunidad médica no se toman muy en serio este compromiso: "Somos muy escépticos a este tipo de noticias. La afirmación del compromiso con un mundo libre de humo no podemos tomarla en serio mientras continúe vendiendo cigarrillos y combatiendo durante años las políticas contra el tabaquismo, que causa lesiones probadas", dice Andrés Zamorano, médico y portavoz del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT).
A Zamorano le llama la atención que el presidente de la nueva fundación sea Derek Yach, quien antes ejerció durante años en la Organización Mundial de la Salud, y que ha reconocido que "para muchos de vosotros puede generar preocupación teniendo en cuenta de donde vengo y la actitud de Philip Morris con el tabaco".
Es mejor no fumar
Zamorano reconoce alguna pequeña mejora dentro de los nuevos productos sin combustión, sin embargo asegura que "los cigarrillos electrónicos y productos novedosos del tabaco no son inocuos y normalizan el hecho de fumar, si bien a nivel individual podría ser sustitutivo del cigarrillo clásico combustible mientras se pide ayuda a un profesional sanitario para dejar de fumar definitivametne en cualquiera de sus formas".
