El Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), organismo supervisor de las auditoras dependiente del Ministerio de Economía, está analizando “de forma preliminar” la información aportada en una “denuncia pública” por la Federación Mundial de Inversores (WFI, en sus siglas en inglés), en la que se alerta de que Inversiones Hemisferio, vehículo inversor de la familia Lara (Grupo Planeta), podría estar en “causa legal de disolución desde 2010”, al no haber provisionado las minusvalías de más de 450 millones de euros provocadas por la fuerte caída en Bolsa de las acciones de Sabadell en estos años.
La denuncia de WFI apunta directamente a Deloitte, la auditora que supervisa las cuentas de Planeta y de la patrimonial de la familia, por no haber recomendado a la familia catalana, en un ejercicio de prudencia financiera, registrar en sus cuentas una valoración real de su participación del 5% en Sabadell. “La valoración en libros es cuatro veces superior al valor actual de las acciones del Sabadell (ayer cerraron a 1,63 euros)”, afirma el escrito de WFI.
Inversiones Hemisferio, con la anuencia de Deloitte, recoge en sus libros una valoración del 5% del Sabadell que es "cuatro veces superior" a su cotización actual (1,63 euros por título)
Fuentes del ICAC confirman que ese “análisis preliminar” de la denuncia ya se ha realizado, pero que, por ahora, ni se ha abierto procedimiento alguno ni se ha comunicado a las partes actuación alguna.
Fuentes jurídicas cercanas a WFI señalan que el supervisor de las auditorías “ha investigado la denuncia pública”, presentada el 1 de diciembre pasado ante el ICAC, y están a la espera de la apertura de un posible procedimiento administrativo. Algo que hasta ahora no ha ocurrido.
La carta de respuesta de la presidenta del ICAC, Ana María Martínez-Pina, a la denuncia de WFI, sellada el pasado 23 de diciembre, constata que se ha estudiado la documentación aportada por el denunciante y deja la puerta abierta a la posible apertura de un expediente sancionador.
“Su comunicación e informe tendrían consideración de denuncia pública”, afirma la carta del ICAC a la que ha tenido acceso Vozpópuli. “Sin embargo, de acuerdo con lo establecido en el art. 78.4, el denunciante no tiene la consideración de interesado en la actuación administrativa que pudiera iniciarse a raíz de una denuncia. No obstante, en el supuesto de que los hechos denunciados dieran lugar al inicio de un expediente sancionador, de conformidad con lo dispuesto en el art. 91.3 del RAC (Ley de Auditoría de Cuentas), en su caso, se comunicaría al denunciante la incoación del citado expediente, siempre que éste hubiera solicitado dicha incoación”, añade la carta de Martínez-Pina.
El supervisor recuerda el “carácter confidencial” de “la información y los datos que el ICAC obtenga en el ejercicio de sus funciones de supervisión pública y control de la actividad de auditoría de cuentas”.
El supervisor de las auditoras deja la puerta abierta a la posible apertura de un "expediente sancionador", si bien las fuentes consultadas creen que esto no se producirá
El escrito no presupone, en ningún momento, la posible existencia de algún tipo de infracción por parte de Deloitte, por el hecho de que el valor en libros que recoge Hemisferio de su participación en Sabadell no refleje una imagen fiel de la salud financiera de la patrimonial de la familia Lara. Fuentes del ICAC recuerdan que este tipo de cartas de respuesta ante las denuncias públicas se realizan de oficio y no suponen, en este caso, la apertura de expediente administrativo alguno.
WFI, Federación internacional que tiene como socio en España a la Asociación de accionistas minoritarios de empresas cotizadas (Aemec), considera que ese agujero contable provocado por la caída de las acciones del Sabadell, cifrado en más de 450 millones a día de hoy, podría provocar un “escándalo financiero” que no sólo afectaría a los propietarios de la patrimonial, sino también al grupo Planeta y, por extensión, a la estabilidad bursátil de sus dos participadas cotizadas, Banco Sabadell y Atresmedia, y a sus accionistas minoritarios.
“Si la devaluación sufrida en Sabadell se hubiera contabilizado correctamente, esto habría conducido a Inversiones Hemisferio hacia una causa legal de disolución desde 2010”, señala uno de los escritos elaborados por WFI durante el pasado 2015.
La familia Lara defiende que no es necesario dotar provisiones para compensar el agujero contable porque su participación en Sabadell es estratégica y no susceptible para la venta
Hemisferio no lo ve igual
Este visión de la situación no es para nada compartida por Hemisferio. Fuentes de la patrimonial de los Lara recuerdan que el grupo no ha procedido a provisionar estas cuantiosas minusvalías porque, de acuerdo con el auditor, no es necesario. “La posición accionarial de Hemisferio en Sabadell es estratégica. Dado que no se va a vender el paquete de acciones, no es necesario haber realizado una dotación para compensar las minusvalías. Pero en el caso de que se hubiera hecho esta dotación, ni Hemisferio, ni mucho menos Planeta, estarían en posible causa de disolución”, señalan estas fuentes.
La Federación Mundial de Inversores ha acudido al ICAC en última instancia después de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) haya hecho caso omiso a sus escritos e informes sobre el tema. El supervisor bursátil ni siquiera contestó a la carta enviada en octubre, que recogía la misma denuncia que la que recibió posteriormente el ICAC.
WFI, a través de su presidente, Jean Pierre Paelinck, también envió en octubre una carta de alerta al presidente del Sabadell, Josep Oliu, al que se le avisaba de que la posible quiebra de su accionista Hemisferio podría afectar a la estabilidad bursátil del banco y de sus minoritarios.
El escrito denuncia las pérdidas latentes con las que carga Hemisferio y el subterfugio utilizado por la familia Lara para evitar que éstas afecten a su situación financiera. “Para evitar la pérdida de valor que la familia Lara ha sufrido en Sabadell, Inversiones Hemisferio contabiliza su inversión en la entidad como una compañía asociada por el método de puesta en equivalencia, que permite no reflejar la pérdida de valor sufrida por la acción de la participada”, afirma el escrito fechado en octubre, que se surte de la argumentación elaborada en un informe previo publicado en julio del pasado año.
WFI concluye que el proceder de los Lara y del auditor representa “un claro ejemplo de falta de transparencia”.
La denuncia de WFI se produce en un momento muy complicado para Deloitte, que después de ser multada por el ICAC por su papel en la salida a Bolsa de Bankia, se ha visto enfangada en el escándalo de Abengoa, compañía a la que también audita.