En poco más de dos semanas, las dos grandes petroleras españolas, Cepsa y Repsol, han recusado al presidente de la CNMC, José María Marín Quemada, y a dos de las consejeras del regulador, Idoia Zenarruzabeitia y María Ortiz. La primera adujo "falta de imparcialidad objetiva" de los directivos del regulador en el análisis de los expedientes abiertos y la segunda, "enemistad manifiesta", en dos iniciativas que han sido tumbadas de forma fulminante por el consejo del organismo.
Las dos compañías han maniobrado estos días para obstaculizar la actividad del superregulador a sabiendas de que éste preparaba el cierre de importantes expedientes abiertos contra ellas y la fijación de fuertes multas al haber detectado infracciones graves y violaciones de las leyes de Competencia, señalan a Vozpópuli fuentes al tanto de los procesos.
Los servicios técnicos de la CNMC han cerrado este mes de febrero la instrucción del expediente abierto en julio de 2013 por la CNC (ahora integrada en el superregulador) contra Cepsa, Repsol y BP por supuestas "conductas bilaterales anticompetitivas, que consistirían en la coordinación entre operadores de productos petrolíferos en materia de precios, clientes y condiciones comerciales y en el intercambio de información comercial sensible, en los mercados de distribución de combustible de automoción".
El expediente abierto en julio de 2013 habría constatado la existencia de pactos de precios y de no agresión, infracciones muy graves que desembocarán en las fuertes multas que ultima la CNMC
Las investigaciones realizadas por la extinta CNC en años anteriores habían detectado claros indicios de que "las petroleras alineaban sus precios de venta al público", es decir, que había supuestos acuerdos de precios que desincentivaban la competencia entre gasolineras, así como pactos de no agresión entre las tres grandes.
A la vista de los hechos, el regulador abrió un expediente sancionador contra las tres grandes y, tras 18 meses de pesquisas (plazo preceptivo), el informe está cerrado y ahora toca fijar las multas ante las evidencias de infracciones graves y violación de las normas de Competencia, señalan las fuentes al tanto del proceso.
El jueves de la semana pasada, la Sala de Competencia dio luz verde a estas sanciones, que podrían rondar un volumen conjunto de 30 millones de euros, pero por el camino se cruzó la recusación de Repsol (la de Cepsa se rechazó a principios de febrero). Ante las disensiones internas en el superregulador, se convocó otro consejo para el viernes pasado, en el que los tres recusados (el presidente y las dos consejeras) abandonar la reunión para que el resto de consejeros pudiera votar libremente.
Las compañías habrían presentado las recusaciones para acentuar la disensión interna de la CNMC y bloquear o, al menos, dilatar en el tiempo la imposición de las sanciones
El consejo rechazó la recusación planteada por Repsol, que ya ha informado de que no acepta esta decisión y acudirá a los tribunales para defender su posición. Así las cosas, la CNMC anunciará en breve la cuantía de las fuertes multas a cada una de las tres grandes petroleras.
Pero la batalla venía de atrás, porque las tres estaban sometidas a vigilancia después de que un viejo expediente abierto en 2009 había encontrado indicios de que las tres grandes imponían precios a sus gasolineros independientes. Por eso las puso bajo vigilancia y al incumplir la resolución de 2009, la CNMC impuso una multa de 2,5 millones a Cepsa, otra de 750.000 euros a BP y una de 5 millones de euros a Repsol, compañía esta última que ha paralizado la ejecución de esta sanción al acudir a la Audiencia Nacional.
Estas tres sanciones son la antesala de las grandes multas que la CNMC anunciará en breve y que rondarán los citados 30 millones de euros.
