Repsol ha obtenido plusvalías netas cercanas a los 2.900 millones de dólares (2.109,7 millones de euros) con la venta de sus activos de gas natural licuado (GNL) en Perú y Trinidad y Tobago a la petrolera anglo-holandesa Shell y la transmisión de su participación en Bahía Bizkaia Electricidad (BBE) a BP, según recoge Europa Press.
Según ha informado este jueves la compañía española, estas plusvalías son ligeramente superiores a las anunciadas en febrero, cuando comunicó la operación de venta de estos activos a Shell.
La petrolera que preside Antonio Brufau, que completa así la venta de sus activos de GNL, ha explicado que ambas operaciones le han reportado unos ingresos cercanos a los 4.300 millones de dólares (3.126,6 millones de euros) y la liberación de compromisos financieros y deuda no consolidada.
De esos 4.300 millones de dólares, 4.100 millones de dólares (2.982,7 millones de euros) corresponden a la venta de activos a Shell y los otros 200 millones de dólares (145,5 millones de euros) de la venta de su participación en BBE a BP, que el pasado mes de octubre ejerció el derecho de compra preferente que tenía sobre este activo.
Estas operaciones de venta incluyen las participaciones minoritarias en Atlantic LNG (Trinidad y Tobago), Perú LNG y BBE, junto con los contratos de comercialización de GNL y de fletamento de los buques metaneros, con sus créditos y deuda vinculados, pero no la planta de regasificación de Canaport (Canadá).
Pese a ello, Repsol y Shell han formalizado un acuerdo por el que esta última suministrará gas natural licuado a dicha planta durante los próximos 10 años, por un volumen total aproximado de un millón de toneladas.
Reduce deuda en 2.400 millones y supera el objetivo de desinversiones
Como consecuencia de la transmisión de los activos objeto de la transacción "y en aplicación de criterios de máxima prudencia financiera", Repsol ajustará la valoración de los activos norteamericanos en sus libros, registrando una provisión después de impuestos de acuerdo a la nueva normativa fiscal de 1.500 millones de dólares (1.091,3 millones de euros).
La petrolera española ha explicado que las plusvalías pendientes de contabilizarse tras dicho ajuste se incorporarán entre los ejercicios de 2013 y 2014, de acuerdo con la fecha de transmisión de los activos incluidos en la transacción.
Tras el cierre de la venta, Repsol reduce su deuda neta en 3.300 millones de dólares (2.400 millones de euros) y fortalece su balance "significativamente", según ha resaltado la petrolera.
Con el cierre de la operación, la española supera el compromiso de desinversiones contemplado en su plan estratégico para el período 2012-2016. En concreto, tras esta venta, Repsol alcanza un volumen de desinversiones de más de 5.000 millones de euros, frente a las desinversiones de entre 4.000 y 4.500 millones de euros que se contemplaban en dicho plan.