Repsol ha entregado garantías valoradas en 90 millones de dólares para cubrir el riesgo de que el Gobierno de Venezuela expropie activos en Cardón IV, la joya de su negocio en el país. El grupo español y la italiana ENI descubrieron en 2009 el yacimiento, el mayor hallazgo de gas en la historia de Repsol, y también de Venezuela. Hace ahora un año la compañía inició la extracción en el megacampo Perla, situado en el bloque Cardón IV, con un volumen de gas en subsuelo equivalente a 18 veces el consumo anual de gas de España.
La compañía presidida por Antonio Brufau explica en sus cuentas de 2015, también lo hace en las de 2014, que ha otorgado "una garantía por su participación en Cardón IV que cubre el riesgo de que la unidad de perforación sea confiscada, expropiada, nacionalizada, o sufra cualquier otra limitación a su uso atribuible al Gobierno de Venezuela" por una "cuantía máxima de 90 millones de dólares". La garantía también cubriría "actos de insurrección o terrorismo".
El consorcio que explota el yacimiento, situado en el Golfo de Venezuela, está participado por Repsol (32,5%), ENI (32,5%) y la petrolera estatal venezolana PDVSA (35%). Hasta el pasado ejercicio, Repsol tenía registrado como activo no corriente mantenido para la venta un porcentaje del 17,5% de Cardón IV, por la intención mostrada oficialmente por Corporación Venezolana de Petróleos de adquirir dicha participación. El año pasado la multinacional española, tras comenzar la producción en el área y no materializarse la venta, reclasificó dichos activos como inversión.
Repsol está presente en Venezuela desde el año 1993 y cuenta en el país con derechos mineros sobre ocho bloques en producción, incluyendo Cardón IV
El inicio de la producción del proyecto Perla, y también por la contribución de los activos de Talisman y de otros pozos en Brasil, permitió a Repsol el pasado año paliar el cese de actividad en Libia por problemas de seguridad, el descenso de producción en Trinidad y Tobago (por obras de mantenimiento), y otras incidencias operativas y paradas en los campos. La pasada semana el Gobierno venezolano anunció que se disponía a establecer acuerdos con inversores internacionales para exportar gas de Cardón IV hacia otros mercados, en particular a Colombia, cumpliendo así "la visión y el legado del Comandante Eterno, Hugo Chávez".
Repsol tiene constituidas garantías vinculadas a otros proyectos, como el alquiler de plataformas flotantes en Brasil en un campo participado con la china Sinopec; su participación en la ecuatoriana Oleoducto de Crudos Pesados; la venta de activos a Shell; o el desmantelamiento de su actividad exploratoria en el Mar del Norte (a través de Talisman), pero en ningún caso para cubrir un riesgo como el de una posible nacionalización o expropiación de activos.
Deterioro de 408 millones
Repsol estima en sus cuentas de 2015 que su exposición patrimonial en Venezuela "asciende a unos 2.400 millones de euros", que incluyen fundamentalmente la financiación en dólares otorgada a las filiales venezolanas. La compañía registró el pasado ejercicio un deterioro en Venezuela de 408 millones de euros. Dicho deterioro, explica el grupo, "refleja no solo el descenso de los precios del crudo sino también las incertidumbres asociadas a la situación económica y cambiaria" del país. Además el grupo registró provisiones por importe de 56 millones de euros por la financiación otorgada a negocios en Venezuela.
Repsol está presente en Venezuela desde 1993. La compañía "mantiene un fuerte compromiso con el crecimiento de Venezuela", señala el grupo en sus comunicados, "participando activamente en su desarrollo con la generación de empleo y con el apoyo y puesta en marcha de programas de desarrollo social". Repsol cuenta en el país con derechos mineros sobre ocho bloques en producción, incluyendo Cardón IV.
