“Cuatro o cinco años, como mínimo”. Ese es, en palabras de un alto ejecutivo de Repsol consultado por este diario, el plazo que, en el mejor de los escenarios, maneja la petrolera española para lograr una compensación por la expropiación de YPF, en el caso de que fracase la vía de una solución negociada y decida plantear un arbitraje contra Argentina ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), organismo dependiente del Banco Mundial.
Falta por saber la fecha para la solicitud de la demanda, que, de presentarse, posiblemente llegue lo largo del próximo mes de diciembre, según fuentes de la petrolera.
La compañía insiste en que “siempre” ha estado abierta al diálogo pero niega que esté en negociaciones ni con Argentina, ni con YPF.
En medios diplomáticos se asegura que Argentina, ante el deterioro galopante de su economía y de su credibilidad internacional, ha ofrecido a Repsol que regrese al país para explotar el megayacimiento de Vaca Muerta, ante la imposibilidad de conseguir inversores para su desarrollo. Sin embargo, fuentes de Repsol descartan tajantemente esta posibilidad.
Repsol, que ya tiene abierta la vía diplomática y la judicial (con contenciosos en EEUU, España y Argentina) cuenta a su favor con la entrada en barrena de la economía argentina, tras la sentencia dictada la semana pasada por el juez estadounidense Thomas Griesa, que obliga al Gobierno de Cristina Kirchner al pago de 1.300 millones de dólares a los fondos especulativos que rechazaron las reestructuraciones de deuda planteadas por el país (quita mediante) en los años 2005 y 2010, tras la suspensión de pagos de 2001.
La negativa del Gobierno de Buenos Aires a pagar esos 1.300 millones de dólares ha llevado a la agencia de calificación de riesgos Fitch a rebajar el rating de Argentina desde 'B' hasta 'CC', al ver "probable" un default. Un escenario que complica todavía más la búsqueda de un socio por parte de YPF para explotar Vaca Muerta.
El arbitraje ante el Ciadi es un proceso complejo. Hay que pactar entre las partes los jueces que dirimirán el conflicto y Argentina acredita una larga experiencia en este tipo de contenciosos. La ventaja para Repsol es que este tipo de procedimientos pueden retirarse en cualquier momento, en el caso de alcanzar una solución negociada.
