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Sacyr asegura que terminará las obras del Canal de Panamá y solo contempla el "escenario del acuerdo"

El presidente de la constructora, Manuel Manrique, convocó una rueda de prensa para zanjar que "Sacyr no va a abandonar el proyecto, las obras van a continuar y van a acabar, porque no contenplamos otro escenario que el del acuerdo".

Sacyr ha asegurado que "no abandonará" el proyecto de ampliación del Canal de Panamá y que continuará ejecutando esta obra hasta su conclusión porque "sólo contempla el escenario del acuerdo" para solventar el "puntual inconveniente" que ha surgido en la ejecución de este trabajo.

Así lo aseguró Manuel Manrique, presidente de la constructora española que lidera el consorcio que ejecuta la obra del canal, quien apuesta por alcanzar un acuerdo con la Autoridad del Canal que solvente la falta de liquidez que presenta el proyecto y concluir las obras en el ejercicio 2015. "Sacyr no va a abandonar el proyecto, las obras van a continuar y van a acabar, porque no contenplamos otro escenario que el del acuerdo", proclamó Manrique en rueda de prensa.

Manrique ha asegurado también que la oferta por el contrato de ampliación del Canal de Panamá no fue "temeraria" y ha subrayado que sus reclamaciones son "justas, razonables y plenamente justificadas", y ha calificado la situación actual como un "inconveniente puntual" que "esperamos solucionar pronto", aunque no se ha retirado el preaviso de parar las obras el próximo día 20.

El presidente de la constructora ha explicado que se han adoptado soluciones "necesarias, imprevisibles e inevitables" y que la compañía está "plenamente comprometida" con este proyecto y que cuenta con el apoyo unánime del consejo de administración de la constructora para continuar las obras y finalizarlas previsiblemente en 2015. Sacyr encabeza el consorcio que, junto con empresas de Italia, Bélgica y Panamá, anunció a finales de diciembre que el próximo 20 de enero paralizaría las obras de ampliación del Canal porque no puede asumir unos sobrecostes estimados en más de 1.600 millones de dólares (unos 1.300 millones de euros).

El presidente de Sacyr ha agradecido la postura de las autoridades españolas y panameñas para facilitar un acuerdo y ha añadido que este proceso, relevante en lo económico, no será determinante en el balance de la compañía y en su solvencia financiera.

Sobrecostes y anomalías en el estudio del terreno

El consorcio Grupos Unidos por el Canal (GUPC) habla de unos sobrecostes totales estimados de 1.625 millones de dólares y añade que desde marzo de 2010 ha informado de anomalías en los estudios del terreno que han generado un retraso de las obras y sobrecostes no previstos en el contrato.

Entre ellos cita nuevas fallas geológicas, diferentes características del terreno que no estaban contempladas en los estudios facilitados por la autoridad del canal, alteraciones en la disponibilidad del basalto necesario, demoras en la mezcla de cemento acorde o mayor dotación de materiales.

Manrique ha asegurado que ni Sacyr ni GUPC han "amenazado con nada" y que el consorcio ya ha acordado con la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) que las resoluciones se lleven a cabo mediante los mecanismos previstos en el contrato de forma que se pueda avanzar en los escenarios que ayuden a minimizar los tiempos de resolución del conflicto y mejorar los flujos de caja de la compañía.

Sobre las distintas posturas de los integrantes del consorcio GUPC, integrado además por la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña CUSA, Manrique ha señalado que es lógico que tengan opiniones diferentes en algunas estrategias aunque les une el objeto de su alianza, que no es otro que acabar el proyecto.

La Autoridad del Canal se mostró el martes pasado dispuesta a sacar un nuevo adelanto de 100 millones de dólares, otorgar dos meses de moratoria al pago de un anticipo de 83 millones, y que el GUPC aporte otros 100 millones para evitar la paralización y garantizar los trabajos por los próximos "dos a cuatro meses". De momento, los socios han invertido 280 millones de dólares adicionales para cubrir los sobrecostes originados por el proyecto, que GUPC se adjudicó en 2009 por 3.118 millones de dólares.

La compañía asegura que una de las reclamaciones principales es la del basalto, que asciende a 500 millones de dólares, así como que no se descarta llegar al arbitraje en algunos puntos del proyecto, avanzado en un 70 %. 

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