El Gobierno de Panamá ha decidido entrar en el nuevo conflicto suscitado entre la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por Sacyr, a cuenta del contrato que introducirá los cambios acordados por ambas partes para culminar las obras de ampliación. Este jueves vence el plazo para rubricar el acuerdo definitivo y la firma no termina de llegar, entre acusaciones cruzadas de querer modificar los términos del pacto a última hora, pero Roberto Roy, ministro para Asuntos del Canal, ha intervenido para zanjar la polémica: “habrá buenas noticias”, señaló.
A finales de la pasada semana, Jorge Quijano, máximo ejecutivo de la ACP, aprovechó una entrevista concedida a la agencia Efe para recordar que el acuerdo no estaba firmado a apenas una semana para que venciera el plazo y acusar veladamente al consorcio de querer introducir modificaciones en el documento definitivo, en el que se plasman los acuerdos alcanzados a finales de febrero para dotar de liquidez a la obra y reanudar los trabajos.
El ministro del Canal tiró de pragmatismo sin contemplaciones: “el proyecto está tan avanzado que sería absurdo para los contratistas no terminarlo” para, a continuación, señalar que el avance de los trabajos se aproxima al 75% y que “ya pasaron lo peor”, referido a la crisis de la ampliación, que puso en peligro el proyecto al detenerse las obras durante casi tres semanas.
Roy, uno de los políticos más influyentes en el Gobierno panameño, que mantiene su cartera tras el cambio de Ejecutivo en el país centroamericano, ha asegurado que en las últimas horas se ha avanzado mucho en las cuestiones que mantenían distanciadas a ambas partes, con lo que da por descontado que el documento se acabará firmando.
Todos quieren firmar
Quijano apuntó que la intención del consorcio era introducir en el acuerdo la posibilidad de que las compañías que lo componen pudieran recibir individualmente el dinero de los reclamos que se dirimen en los tribunales de arbitraje en el caso de que GUPC entrara en bancarrota.
Las palabras del administrador del Canal han provocado la respuesta del consorcio a través de una nota en la que aseguran que su continuidad y la de los trabajadores que dependen de él está fuera de toda duda.
No obstante, la intervención de Roy ha contribuido a rebajar la tensión y se espera que el acuerdo se firme a lo largo de las próximas horas.
En el seno del consorcio las sensaciones apuntan a que finalmente la tensión no irá más allá, incluso si la rúbrica no llega este jueves. “Si por motivos técnicos no se puede firmar mañana, se hará en los próximos días. Lo importante es que todas las partes quieren firmar el acuerdo”, señalan fuentes próximas a GUPC.