El administrador principal del Canal de Panamá, Jorge Quijano, mantuvo el viernes un encuentro con el embajador estadounidense, Jonathan Farrar, precisamente el día en que vencía el plazo que se dieron en principio la Autoridad del Canal (ACP) y el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC) para tratar de llegar a un acuerdo para poner fin a la crisis de la ampliación de la vía interoceánica. Un encuentro programado de antemano pero que se antoja inoportuno teniendo en cuenta las sospechas que alberga el consorcio que lidera Sacyr de que EEUU espera un desencuentro entre las partes para hacerse con un contrato que parecía hecho a medida para Bechtel.
El pasado jueves, Quijano señaló que al día siguiente no podría participar en las reuniones que mantuvieron durante toda la semana pasada ACP, GUPC y Zurich, la aseguradora del proyecto, debido a cuestiones de agenda. Estas cuestiones estaban relacionadas con la visita del embajador Farrar a la obras de ampliación, concretamente a las que se están llevando a cabo en la costa del Pacífico.
La visita contó con Quijano como anfitrión de lujo, según detallaron varios medios locales panameños e incluyó una reunión entre ellos. El encuentro se enmarcó en los habituales contactos entre el Canal de Panamá y EEUU, que no deja de ser su principal cliente (toda vez que cerca del 50% de los cargueros que atraviesan la vía proceden de este país) y su anterior administrador (hasta que en 2000 cedió tal condición a Panamá).
Sin embargo, el encuentro entre Quijano y Farrar, en plenas negociaciones para tratar de solventar los problemas de liquidez que padecen las obras de ampliación y con la posibilidad, esgrimida por la propia ACP, de romper con el principal contratista no contribuye precisamente a mejorar el clima de un proceso cuyo límite para concluir ha sido ampliado hasta mañana.
Las sospechas de GUPC
En el seno de GUPC existen fundadas sospechas de que el Gobierno EEUU presiona para que la ACP rompa con el grupo que lidera Sacyr, al tiempo que postula al gigante de la ingeniería Bechtel para que tome las riendas de la ampliación.
De hecho, la empresa estadounidense, cuyo consorcio fue batido por GUPC en el proceso para adjudicarse el contrato de construcción del tercer juego de esclusas del Canal, ya se ha ofrecido en numerosas ocasiones como alternativa.
Precisamente, otra visita estadounidense a las obras fue la que encendió todas las alarmas en el entorno de GUPC. El pasado mes de noviembre, cuando la tensión entre el consorcio y la ACP había empezado a subir de tono por la cuestión de los sobrecostes, una amplia comitiva encabezada por el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, y con amplia representación empresarial se presentó en Panamá, igualmente con el objetivo de comprobar in situ el avance de los trabajos de ampliación.
Pero pocos creyeron la versión oficial. Los norteamericanos eran plenamente conscientes de que la obra había entrado en crisis por una acuciante falta de liquidez y decidieron adelantarse a todos los demás.
Clima de optimismo
Una vez que el conflicto estalló definitivamente, con la remisión del preaviso de paralización de las obras por parte de GUPC, los encuentros entre Panamá y EEUU han sido constantes, así como las visitas de altos funcionarios panameños a suelo norteamericano (especialmente a Miami, cuyo puerto ha acometido una espectacular ampliación y remodelación para aprovechar el nuevo Canal) con el fin de tranquilizar al principal cliente.
Tras el encuentro con el embajador, Quijano atendió a los medios de comunicación en las dependencias de la ACP en el Pacífico, en una improvisada rueda de prensa en la que se mostró optimista con vistas a un posible acuerdo con GUPC pero en la que volvió a insistir en que un buen número de empresas se había ofrecido para concluir las obras en el caso de que el actual contrato se rompiera.
El continuo rechazo de la ACP a las numerosas propuestas de acuerdo del consorcio también ha contribuido a generar la sospecha de que la autoridad canalera no quiere que GUPC termine los trabajos. Por el momento, la mediación de la aseguradora Zurich ha sido providencial aunque, EEUU sigue merodeando las inmediaciones del Canal. Por si acaso.