Gabriel Sampol, presidente de la empresa que tiene parada la construcción de un hotel frente a la T2 de Barajas, dijo a este periódico que José Manuel Vargas, presidente de AENA, aseguró que “si le regalábamos a la empresa pública la estructura levantada nos olvidábamos de todo”.
Sampol, compañía mallorquina dedicada a ingeniería y obras, fue la adjudicataria para la construcción de un hotel de 300 habitaciones en el aeropuerto. Compitió, en una UTE junto con Barceló y se llevó el concurso para la explotación del hotel para 40 años.
La crisis provocó la salida de Barceló y el proyecto se quedó sin socio ‘tecnológico’, lo que unido a la crisis hizo que Sampol decidiera parar las obras.
Hoy, lo primero que ve un turista cuando llega a Madrid es la estructura de un edificio de hormigón sin ninguna actividad previsible. La empresa se ha gastado 10 millones de euros en la estructura y ha sido demandada por AENA por no haber abierto el establecimiento en el plazo previsto. La compañía le ha contestado con otra demanda.
Sampol dice que para poder deshacer la UTE se necesitaba la aprobación de AENA “que nunca dio” y “en la actualidad están incumpliendo los pliegos, pues no hay socio hotelero”. El presidente de la empresa constructora afirma que en los pliegos se decía que “el concesionario se obliga a explotar directamente la actividad hotelera objeto de concesión con la marca comercial propuesta en su oferta”.
El representante de la compañía adjudicataria considera que tras la renuncia de Barceló ya es imposible cumplir con el contrato firmado pues no existe esa marca, “que ha abandonado”. Añade que otra de las condiciones del contrato señalaba que “cualquier modificación o sustitución de la marca propuesta durante el plazo de la concesión no podrá realizarse sino de manera justificada y previa autorización de AENA”.
No ha habido autorización por parte de la empresa pública, por lo que la compañía mallorquina cree que es nulo, pero está dispuesta a negociar.
Sin socio para sustituir a Barceló
La empresa estuvo buscando un socio del sector que sustituyera a Barceló, pero no lo ha encontrado. “Lo hemos buscado por todo el mundo, pero no lo hemos hallado”, añade el presidente de la compañía constructora.
Sí que lograron un acuerdo con AC para explotarlo, pero no para entrar en el capital de la UTE como se incluía en los pliegos de condiciones. “AENA podía haber buscado también un socio que entrara en el capital, pero parece más interesado en otros asuntos y nos dijo que si le entregábamos la estructura nos olvidábamos”, añadió.
Decepcionado con AENA y Fomento
Gabriel Sampol está totalmente decepcionado con la actitud de AENA y Fomento. El presidente de la empresa señala que mantuvo una entrevista con la ministra de Fomento, Ana Pastor, que fue totalmente decepcionante.
Sampol dice que no comprende cómo la ministra se vuelca con una empresa que tiene problemas en el Canal de Panamá y no escucha “nuestras justas pretensiones”.
Por su parte, AENA se reiteró en sus declaraciones de hace unas semanas. Considera que la empresa ha incumplido su contrato, por lo que han presentado una demanda para que derriben el edificio y dejen el solar como estaba. Además exigen una indemnización.