Santander está intensificando, a través de su red comercial, la presión a sus clientes para que canjeen sus bonos convertibles en las ventanas de liquidez abiertas, con el reclamo del cobro del dividendo. La anterior conversión fue el 4 de junio y la siguente tendrá lugar el próximo miércoles 4. Los asesores de la entidad recomiendan a los titulares que anticipen el canje para obtener el dividendo en efectivo, beneficio al que no podrán acogerse en la conversión obligatoria, el próximo 4 de octubre, como puede verse según el calendario de dividendos. Es la penúltima oportunidad de obtener ese pequeño premio.
Así lo confirman numerosos inversores en estos productos, que ya han sido contactados por sus sucursales. En el banco indican que la conversión se realizará con normalidad y que sólo se conocerán datos de la ventana de liquidez de julio cuando haya vencido. En cualquier caso, opinan que el mayor porcentaje de los 7.000 millones emitidos en 2007 se convertirá al final.
Las fuentes consultadas indican, sin embargo, que en las oficinas quieren acelerar el proceso de conversión lo máximo posible, ya que la acción está por debajo de 5 euros, cuando el precio de emisión hace cinco años rondaba los 13. Así, que el inversor que convierta voluntariamente deja de ser un foco de problemas, en teoría, al aplicar la operación de manera volintaria. El que aguante, cuando reciba automáticamente las acciones con la correspondiente minusvalía, puede protestar, y mucho.
Hay una fuerte polémica con este tipo de productos, en especial con las participaciones preferentes, por su iliquidez y la penalización de los mercados. Sin embargo, Santander sólo ha recibido dos demandas en este sentido, habiendo ganado una y perdido otra. Como han dicho fuentes jurídicas, cada caso deberá estudiarse personalmente y será difícil que aparezca alguna sentencia general en cuanto a indemnizaciones o retornos íntegros de capital principal.
La entidad declaró el pasado 8 de junio que hubo peticiones de conversión equivalentes a unos 195.000 solicitudes, para las que hubo que realizar la pertinente ampliación de capital, lo que prueba que una buena parte de clientes están optando por esta medida.
La caída en la cotización ha sido demoledora en estos años, debido en gran parte a la crisis global. El cupón de estos bonos convertibles, del 7%, eso sí, ha sido generoso y compensa algo las minusvalías. Las fuentes consultadas afirmaban que en las sucursales no descartaban alguna medida sorpresa de última hora, como la prórroga del periodo de vida hasta el canje, aunque en el banco han negado esta posibilidad hasta la fecha, asegurando que los bonos se canjearían. Sin duda, la conflictividad tendrá mucho que ver en esto.