"Jose y Petra, mis padres, tienen 80 y 78 años respectivamente, él pensionista y ella ama de casa. Viven en una casa en Pozuelo de Alarcón que construyeron ellos con sus propias manos en el año 1966. Mis padres están a punto de tener que dejar de su casa por la suma de dos desgracias: la primera, el fallecimiento de su hija. La segunda, que su yerno, mediara con el banco un crédito de 330.000 euros al Santander poniendo de aval la casa de mis padres. El acuerdo familiar entre mis padres y su yerno decía que, en el caso de no devolverse ese dinero, mis padres podrían disponer de la casa del yerno. Pero tras 10 años y sin haber sido devuelto el crédito en su totalidad, cuando mis padres fueron a disponer de la casa esta ya era de otro propietario. Hoy el banco Santander está ejecutando la hipoteca y mis padres se van a ver obligados a dejar su casa de toda la vida. No pretendemos que se nos perdone la deuda si no que dos personas de 78 y 80 años no se vean obligados a abandonar su espacio mediante la fórmula alquilar social".
Así empieza una campaña movida a través de la plataforma Change.org en la que el hijo de la pareja, José Ramón Ortiz Moreno, pedía "el apoyo ciudadano para que el Banco Santander acepte que mis padres puedan continuar viviendo en su casa". La campaña contaba a las 18 horas del 2 de febrero con casi 30.000 firmantes aunque se necesitaban 5.000 más. Pero lo curioso es que el banco ya ha negado que su intención fuera echar a Jose y Petra de su vivienda y, por tanto, que esta campaña tenga sentido. Se denuncia que la historia no es así, ya que los ancianos avalaron con su piso un crédito que pide el yerno, no pudieron pagar la deuda pero en ningún caso se va a hacer un lanzamiento. "Santander no hace ningún lanzamiento desde noviembre de 2012, esta casa se subastará y lo más normal es que el caso se quede con la vivienda, pero eso no significa que se les vaya a echar de su casa. El banco no saca a ninguna familia de su casa contra su voluntad", han dicho fuentes de Santander a este periódico.
En la misma tarde del lunes, Change.org España publicaba este anuncio a través de Twitter.
Respuesta del @santander_es a esta petición http://t.co/AKDELdJJBE pic.twitter.com/F4CwvhHjzt
— Change.org España (@change_es) February 2, 2015
Sin embargo, la bola de nieve mediática es de considerables dimensiones y difícil de parar. Este domingo, el diario 'El Mundo' hacía saltar la chispa con el reportaje "Una pareja de ancianos serán desahuciados de la vivienda que construyeron con sus propias manos'. En el artículo, aunque se reconoce que el banco ha dicho que "no va a echar a nadie de su casa", se acaba concluyendo que Jose y Petra tendrán que irse fuera. Las Mañanas de Cuatro, programa presentado por Jesús Cintora en la cadena de Mediaset, conectaba este lunes en directo con la casa de la calle Sil en Pozuelo de Alarcón.
Este lunes, conexión en directo en Cuatro donde los ancianos reclamaron piedad al Santander
"En el país donde la Duquesa de Alba tenía tando dinero y podía evadir al fisco nos parecía increible esto", comentaba el periodista soriano sin saber todavía que la información sería desmentida por el propio banco pocas horas después. "De momento tendremos que buscarnos algo, no tenemos donde ir. Estamos recogiendo firmas a ver si el Banco Santander nos deja vivir aquí el resto de nuestras vidas, aunque no nos quede mucho", decía José, el octogenario que construyó la vivienda de 100 metros cuadrados "con sus propias manos". "Estamos en la desesperación cuando podíamos estar viviendo tranquilamente. Mi sueldo son 1.000 euros, pero si se lo llevan y tengo que pagar una renta, a ver con qué voy a comer", denunciada el jubilado. La pareja de ancianos también ha salido en Telecinco y TVE1.
El proceso judicial que espera ahora
En el banco no quieren comprometerse ni asegurar que estos dos ancianos podrán pasar el resto de sus vidas en la casa que construyeron hace cincuenta años en Pozuelo de Alarcón, localidad al oeste de Madrid que entonces pasaba por ser un pueblo más y hoy es domicilio de millonarios de todo pelaje y condición. Se considera que la responsabilidad ante la deuda la tiene el yerno, y no se sabe exactamente para qué se están recogiendo firmas.
Las fuentes financieras consultadas recuerdan que sigue habiendo un procedimiento abierto. "Si tú avalas a tu yerno para que consiga un préstamo, la garantía es la vivienda. Los procedimientos son así. Ahora se iniciará un procedimiento de subasta". Santander insiste en que "no serán echados de su casa".
"A veces los abogados notifican a los hipotecados que el piso no les pertenece y ellos piensan que los van a sacar de casa", dicen en el banco
¿A qué se ha debido este malentendido? Desde el banco lo desconocen. Fuentes expertas en situaciones similares opinan que "a veces los abogados notifican a los hipotecados que el piso ya no les pertenece y ellos piensan que significa que va a venir la policía y los va a sacar de su casa. Ya nos ha pasado antes en alguna ocasión".
En la petición de Change.org se insistía en que Santander rechazaba la opción del alquiler social, pero desde la entidad presidida por Ana Patricia Botín se niega la mayor. Lo más probable es que se les ofreciera un alquiler social para que puedan seguir en la vivienda, aunque eso no quiere decir que el desahucio se cumpla, no así el lanzamiento.
Desconfían del banco
Sin embargo, algunos firmantes de la campaña de Change.org desconfían de la palabra de la entidad bancaria y creen más bien que "la presión social ha surtido efecto". Sea cierto o no, la información ha ido creciendo en apenas 24 horas hasta hacerse 'viral'. Otro usuario de la web de firma de peticiones, Carlos Griell, comenta desde Barcelona que "Banco de Santander firmó un contrato con José, después vendió su contrato en un paquete a Blackstone, y dejó de ser responsable. Desde un punto de vista legal, nada que decir (si - como es seguro - notificaron adecuadamente a los deudores el cambio de propiedad de su contrato, para eso tienen abogados). El Banco de Santander se lo vendió al fondo buitre precisamente para eso, para quitarse de encima ese marrón, menos glamouroso que los patrocinios de la Formula 1, que le permiten salir por la tele".
