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Santander quiere traspasar 6.000 millones en activos inmobiliarios en un año

El banco español quiere pasar de su actual exposición inmobiliaria de 12.000 millones a un máximo de 6.000 millones a finales de 2018. La entidad negocia con Värde Partners quedarse con las tarjetas de clientes del Popular y venderle el resto del negocio.

  • Sede del Santander.

Banco Santander no quiere quedarse cruzado de brazos tras la venta del ladrillo de Banco Popular. Después de esta operación, el mayor traspaso inmobiliario en España durante la crisis, la entidad presidida por Ana Botín quiere seguir acelerando el desagüe inmobiliario. Así, prevé reducir en más de 6.000 millones su exposición inmobiliaria durante el próximo año.

Esto implicaría que el ladrillo en el balance del Santander quedaría reducido a la mitad, ya que actualmente se sitúa en unos 12.300 millones en términos brutos (sin descontar provisiones).

Según explicó en la presentación de resultados el consejero delegado, José Antonio Álvarez, el objetivo es que la exposición al ladrillo "sea inmaterial" a finales de 2018.

Esta inmaterialidad se traduce en que queden unos 1.000-2.000 millones netos dentro de 14 meses, a los que se sumarían los inmuebles en alquiler, explicó el banquero. Esto implicaría vender unos 6.000 millones (en términos brutos) y dejar en su balance otros 6.000 millones.

Cifras

Así, la exposición neta al mercado inmobiliario de Santander España es de 5.900 millones. La entidad cuenta con una cobertura media del 52% en estos activos, por lo que su valor bruto es de 12.300 millones.

De estos 5.900 millones, 3.372 millones están en activos adjudicados, 1.203 millones en alquileres y 1.325 millones en créditos morosos inmobiliarios.

Exposición inmobiliaria de Santander

Santander acordó en agosto el traspaso de casi 30.000 millones (términos brutos) de ladrillo del Popular a Blackstone. En concreto, el banco vendió el 51% de una nueva sociedad inmobiliaria, valorado en 5.100 millones, y se quedó el resto.

Con el resto del ladrillo en su balance, Santander podría realizar operaciones similares, aunque también seguirá analizando su traspaso a través de la red minorista y sacarlas al mercado a través de Socimis. Tanto el banco español como el resto de sus competidores están bajo presión del BCE para que saquen cuanto antes el ladrillo de su balance.

Por otra parte, Santander negocia con Värde Partners, dueño del 51% de WiZink, recomprar el negocio de tarjetas de clientes de Banco Popular y venderle el de Barclays y Citi.

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