Ana Botín tiene sobre la mesa tres ofertas de fondos extranjeros para quedarse con los 30.000 millones en ladrillo de Banco Popular. Santander recibió este lunes propuestas de Apollo, Lone Star y Blackstone, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli. Desde la entidad no hicieron comentarios.
Las ofertas son por el 51% de los 30.000 millones en créditos inmobiliarios y activos adjudicados de la nueva filial de Santander, comprada hace un mes y medio por un euro. Las propuestas incluyen un precio (Botín pedía unos 5.000 millones) más un plan de negocio con detalles de cómo se traspasarán y gestionarán estos activos.
El plan estratégico es igual de importante que el precio. Según las mismas fuentes, a Santander no le importa sacrificar precio ahora y traspasar los 30.000 millones por un valor cercano al contable, de 9.250 millones tras las nuevas provisiones. La clave está en las plusvalías que haga más adelante con el 49% que el banco mantendrá en este banco malo del Popular.
La operación será de gran complejidad, ya que exigirá el traspaso a una nueva sociedad de 130.000 activos, entre inmuebles y garantías de créditos ahora en el balance del Popular. Será la mayor inmobiliaria por detrás de Sareb, que según las últimas cifras tenía en torno a 40.000 millones en activos. La migración de estos créditos y pisos a sus nuevos gestores (Haya Real Estate, Servihabitat, Solvia y Altamira) tardó más de un año.
Próximos pasos
Tras la presentación de las ofertas de los fondos se espera que Santander-Popular se reúnan uno a uno con los inversores en los próximos días, para aclarar dudas técnicas. La venta está siendo liderada por Morgan Stanley como asesor financiero y es supervisada por el consejero independiente de Popular, Pedro Pablo Villasante.
A priori, los tres fondos que han puesto ofertas parten con las mismas posibilidades. Cada uno se ha rodeado de decenas de valoradores que en las últimas semanas han tasado miles de activos del Popular. Apollo va de la mano de su plataforma en España, Altamira; Blackstone hace lo propio con Anticipa; y Lone Star ha fichado a PwC.
Para los tres inversores, es una operación clave que les puede dar una exposición al mercado residencial español que llevan buscando desde hace años. De hecho, llevaban meses quejándose de que no salieran grandes operaciones de varios miles de millones, tras la venta de las hipotecas tóxicas de Catalunya Banc, que se quedó Blackstone. Este fondo podría con esta compra situarse como el mayor inversor en ladrillo de España.
Por su parte, Lone Star ya tiene experiencia en grandes adquisiciones, como hizo con el Proyecto Octopus (Eurohypo) y con Neinor, de Kutxabank. Mientras, Apollo es el único de los tres que hasta ahora no ha cerrado una gran operación como ésta.