Las constructoras españolas tendrán que seguir mirando hacia el exterior para cuidar sus cuentas de resultados. Las previsiones de la Unión Europea para 2014 y 2015 sitúan a España a la cola de los 27 en el capítulo de inversión pública, lo que indica que, pese a que los presupuestos para el próximo año son los que primeros de la presente legislatura en los que el Ministerio de Fomento saca algo de pecho, el futuro de la obra pública en el país no mejorará, al menos a corto plazo.
Seopan, la patronal que agrupa a los grandes grupos constructores, ha plasmado las cifras en el informe anual que ha publicado recientemente. En él, el lobby del sector pone de manifiesto que la inversión pública en España prevista por las autoridades comunitarias para este año y el que viene será de 595 euros por kilómetro cuadrado y millón de habitantes.
Además de ser el más bajo de todos los países de la Unión, el dato supone un descenso del 52% en relación con el correspondiente al periodo 1995-2013, en el que se produjo el notable desarrollo de la economía española, muy apoyado en el sector de la construcción, que hizo que se situara a la cabeza de Europa.
En los últimos años de este boom económico, cortado de forma drástica por la llegada de la crisis, el sector de la construcción llegó a suponer cerca de un 13% del PIB español mientras que en 2013, apena alcanzó el 7%.
Diferencias con los competidores
En el citado informe anual, la patronal constructora también hace hincapié en el hecho de que las previsiones comunitarias para los próximos años “evidencia la ruptura de la coherencia inversora lograda por España respecto a sus competidores europeos”. No en vano, la inversión pública prevista para España será un 130% inferior a la de Italia, en torno al 150% inferior a las de Francia y Alemania y nada menos que un 324% por debajo de la de Reino Unido.
En cambio, si se toma como referencia el periodo 1995-2013, la inversión pública en los países del entorno superaba a la española en términos mucho más moderados, desde el 56% de Italia hasta apenas el 10% de Alemania.
Las proyecciones para el futuro pintan un panorama en el que las compañías españolas del sector constructor deberán seguir profundizando aún más en su proceso de internacionalización dado que la recuperación de la obra pública no parece que vaya a ser cuestión de unos pocos meses.
Tensa relación con el Gobierno
Todo ello a pesar de que el Ministerio de Fomento ha presentado presupuestos expansivos por primera vez en la legislatura y que la licitación de obra por parte de las administraciones públicas se encamina a cerrar su mejor año desde 2011.
Las cifras contenidas en el informe de Seopan han sido también comentadas y desarrolladas por el presidente de la patronal, Julián Núñez, en diversos foros en los que ha intervenido. El sector mantiene tensas relaciones con el Gobierno por cuestiones como el rescate de las autopistas de peaje, el cobro de facturas y también por el impago de contratos, especialmente los relacionados con la alta velocidad ferroviaria, motivado por las restricciones impuestas por el Ministerio de Hacienda.