Por el momento, FCC seguirá sin un plan estratégico como tal. Pero eso no quiere decir que Carlos Slim, principal accionista del grupo de construcción y servicios no tenga uno para la compañía. Incluso, contará con más de uno; en concreto, con cuatro, uno para cada una de las cuatro divisiones en las que actualmente está dividida la compañía: construcción, ciclo integral del agua, servicios medioambientales, y cemento.
Desde hace varias semanas, las direcciones de cada una de estas divisiones trabajan contrarreloj para tener listo unos planes a tres años vista que podrían ser presentados dentro de muy poco, en el consejo del mes de abril o en el de mayo como tarde, una vez que el proceso de refinanciación de la deuda está asegurado. Fuentes del sector apuntan a que se trata de planes a tres años, cuyos esbozos ya han sido contemplados por el propio Slim, que ha pedido que se revisen antes de presentarlos definitivamente al consejo para que sean especialmente ambiciosos.
De esta forma, parece disiparse la idea de que la compañía cuente con un único plan estratégico, aparte de las líneas generales que describió el consejero delegado del grupo, Carlos Jarque, durante la última junta general de accionistas del grupo.
La ausencia de plan estratégico fue una de las cuestiones que los analistas plantearon en la conferencia en la que FCC presentó sus resultados de 2016, a comienzos del pasado mes de febrero. Por entonces, Miguel Coronel, director de Mercados de Gestión de la compañía, aseguró que la decisión de aprobar un plan estratégico correspondía al consejo de administración y que la empresa actuaría con transparencia en el caso de que se decidiera presentar uno.
Más independencia, más competitividad
No obstante, fuentes de FCC señalaron que la empresa cuenta ya con un plan, expuesto por Jarque en la junta de accionistas, aunque admitieron que las direcciones de las divisiones trabajan en unos específicos para cada una de ellas.
La idea de Slim es dotar a cada una de las divisiones de una cierta independencia dadas las particularidades y necesidades que presentan por separado y que podrían verse afectadas en el caso de que se planteara un plan único para todo el grupo. Fue una de las primeras conclusiones que sacó tras hacer una lectura pormenorizada de lo que FCC necesitaba tras su llegada a los mandos de la empresa.
Por ahora, FCC ha continuado con el saneamiento de su balance, que le ha llevado a cerrar cinco ejercicios consecutivos con resultados negativos, con la consiguiente supresión del dividendo a cuenta que había entregado históricamente desde que en 1992 nació la actual FCC, producto de la fusión entre Fomento de Construcciones y Construcciones y Contratas.
Aqualia, la joya de la corona
Carlos Slim, que controla algo más de un 61% de la compañía, considera que ha llegado la hora de volver a crecer y lo hará con planes individualizados. A través de ellos, pretende que cada una de las cuatro áreas desarrolle al máximo su competitividad y su valor diferencial debido a su especialización y posicionamiento en el mercado. Al final, son estos negocios, especialmente agua y medioambiente, los que le aportan beneficios al grupo y podrían verse penalizados con un plan global para el grupo.
Precisamente, ejemplo de esto último es Aqualia, la división de ciclo integral del agua, que está considerada como una de las tres compañías de referencia del sector en todo el mundo. Precisamente, ha sido Aqualia la elegida para la emisión de bonos que reforzará financieramente a FCC, una pieza clave para que la banca haya decidido dar su apoyo al grupo en el proceso de refinanciación.