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Telefónica y Santander, expectantes por la tensión en Brasil con 78.000 empleados

La previsible entrada en prisión del expresidente Lula da Silva tiene dividida a la sociedad brasileña. Algunos militares se han manifestado a favor de una intervención si finalmente Lula no ingresara en la cárcel. Telefónica y Santander lograron el año pasado cifras históricas en el país

  • El expresidente de Brasil, Lula da Silva.

La escalada de la tensión en Brasil por la posible entrada en prisión del expresidente Lula da Silva está siendo seguida muy de cerca desde las sedes en Madrid de las dos principales compañías españolas, Santander y Telefónica, que emplean en el país a más personas que en cualquier otro mercado, cerca de 78.000 en total, y donde lograron el pasado año su mayor incremento de ingresos. 

Hasta ahora los mercados, principalmente los brasileños, han respondido con alzas ante la perspectiva de que Lula no vuelva a hacerse cargo del Gobierno del país. El pasado 24 de enero, cuando se confirmó la primera sentencia en contra del político, la Bolsa de Sao Paulo alcanzó su récord histórico y subió un 3,72%. Sin embargo, la mayor tensión e incertidumbre social del momento ha rebajado la euforia bursátil pasada.

El Tribunal Supremo brasileño ha rechazado, por un solo voto, el recurso a la condena a 12 años de prisión para Lula por un caso de corrupción –una constructora le habría regalado un apartamento a cambio de contratos con la petrolera estatal, Petrobas-; además, Lula está imputado por otros supuestos casos de corrupción. Brasil celebra el próximo mes de octubre elecciones presidenciales, y Lula partía como el candidato favorito para alzarse con la victoria.

La decisión del tribunal aboca a la entrada en la cárcel del político más carismático de las últimas décadas en Brasil, y ha fragmentado al país, que, entre 1964 y 1985 estuvo sometido a una dictadura. Partidarios y detractores de Lula han salido a la calle para manifestarse y las autoridades han reforzado la presencia policial y militar. La tensión ha llegado a un punto extremadamente peligroso cuando, esta semana, algunos militares se han manifestado a favor de una intervención si finalmente Lula no fuera a prisión.

Santander administra en Brasil una filial en Islas Caimán que en 2017 reportó un beneficio de 768 millones de euros

Santander registró en 2017 un crecimiento histórico de sus cuentas en Brasil. El pasado año el primer banco español obtuvo un beneficio antes de impuestos de 4.565 millones de euros, el mayor logrado en el país. La entidad presidida por Ana Botín emplea en Brasil a más gente que en cualquier otro mercado, 43.725 personas (33.765 empleados en España).

Emilio Botín y Lula da Silva, en una imagen de 2006.

Brasil representó para Santander en 2017 el 26% de su beneficio ordinario total (Reino Unido supuso el 16% y España el 15%). El grupo español cuenta en el país con una sociedad domiciliada en Islas Caimán, que aportó un beneficio de 768 millones antes de impuestos.

También Telefónica logró el pasado año un incremento de su negocio en Brasil muy destacable, logrando facturar 1.000 millones de euros más que en 2016. Para la operadora española el mercado brasileño representó en 2017 el 23,1% de sus ingresos totales (el 21,3% en 2016), el segundo mayor mercado del mundo para Telefónica tras el español (que supuso el 24,3%).

Telefónica cuenta en su consejo de administración con un exministro de Lula

Telefónica ingresó el pasado año 12.019 millones de euros en Brasil (11.090 millones en 2016), frente a los 12.653 millones que facturó en su actual primer mercado, España. Del negocio total de Telefónica en Brasil, los ingresos por telefonía móvil ascendieron a 7.360 millones de euros, un 10,5% más que en 2016.

La compañía presidida por José María Álvarez Pallete emplea en Brasil a más personas que en cualquier otro mercado, 34.125. En España, Telefónica terminó el pasado ejercicio con una plantilla compuesta por 27.291 personas. La multinacional española cuenta en su consejo de administración con un exministro de Lula, Luiz Fernando Furlán, que entre 2003 y 2007 fue Ministro de Industria de Brasil.

Santander, más optimista

En los últimos informes financieros anuales presentados por Telefónica y Santander, la operadora española aporta una visión algo más pesimista, o más realista, sobre la previsión de la evolución de la economía y la política brasileña que el banco.

César Alierta y Lula da Silva, en una imagen de 2007.

"Las perspectivas son optimistas puesto que la economía retornó al crecimiento, con avance del PIB impulsado por el consumo privado y las exportaciones. Esto supone un hecho relevante, así como un cambio de tendencia tras varios años de recesión", manifiesta Santander en sus cuentas de 2017 sobre la economía brasileña. "Adicionalmente, se ha producido una reactivación de la inversión apoyada en la mejora de la confianza empresarial", dice, y apunta que el nivel de inflación "se encuentra por debajo de la meta central del gobierno, lo cual ha permitido que el Comité de Política Monetaria reduzca significativamente el tipo de interés oficial del dinero (SELIC)2. El índice de desempleo, añade Santander, "si bien se encuentra en un nivel elevado, muestra también signos de recuperación".

"Tras retornar al crecimiento en 2017, superando una de las mayores recesiones de las últimas décadas", concluye Santander, "la economía consolidará su recuperación en 2018, con un crecimiento previsto superior al 3%".

Telefónica advierte sobre la necesidad de reformas claves, como la de la Seguridad Social

"En Brasil ha habido impactos desfavorables explicados desde el punto de vista macro-financiero", advierte Telefónica en sus cuentas de 2017. "En primer lugar, con un mayor peso, ha sido la depreciación del tipo de cambio, que ha supuesto una devaluación de los activos denominados en reales de un 14%".

La operadora española señala que aunque la recuperación "está en marcha" y los datos han ido mostrando "un comportamiento más favorable", la economía brasileña creció en 2017 un 1% "por debajo del potencial, mientras que a pesar de la mejora en la situación fiscal gracias al incremento de los ingresos, todavía restan dudas sobre la sostenibilidad de largo plazo al no haberse aprobado reformas claves como la de la Seguridad Social que refuercen otras como la del techo de gasto".

Sobre la situación política, Telefónica explica que esta "continúa siendo inestable", aunque "el Gobierno ha conseguido aprobar reformas relevantes e impulsar la tramitación de otras piezas legislativas clave como la de la Seguridad Social, que podría aprobarse antes del fin de la legislatura, lo que ha redundado en un incremento de los niveles de confianza en el país".

La operadora señala que aunque se empiezan a observar "ciertos síntomas de estabilización y la economía ha empezado a mostrar algunas cifras de crecimiento positivas", el ritmo de la recuperación "es todavía débil" y recuerda que la tasa de paro se mantiene en el 12%.

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