El concepto ya aparecía entre líneas en la obra de Friedrich Hegel, pero fue su tocayo Friedrich Nietzsche quien dejó por escrito en 'La Gaya Ciencia' (1882) la sentencia de muerte de Dios: "Dios ha muerto, y nosotros lo hemos matado". La razón, aseguraba, había matado la creencia en el ser supremo. De igual modo considera Elon Musk un triunfo de la razón la 'muerte del motor diésel', que para él se ha producido estos días: "El diésel ha llegado a su límite, ya no era viable ante las nuevas reglamentaciones, y ante la enorme presión comercial, falsear resultados era la única salida que quedaba a Volkswagen".
Musk preside Tesla Motors, la compañía californiana destinada a revolucionar la automoción. No es la única, pero sí la que en estos momentos más cerca está de ofrecer la tan ansiada movilidad exclusivamente eléctrica. La que lanza vehículos espectaculares. Y la que realmente asusta a la industria petrolera. Sus acciones cotizan ahora mismo en 238 dólares frente a los 120 que valían en noviembre de 2013 (un 198% más). No hay más que ver cómo ha sido su evolución en los últimos dos años frente a la mayor constructora de automóviles europea y a Exxon Mobil, la mayor petrolera del mundo. La tendencia es inversa, y se acentúa.
El nuevo modelo de Tesla ya no es un 'coche de choque': acelera de 0 a 100 en 3 segundos y alcanza los 250 km/h
El drama Volkswagen no ha podido llegar en mejor momento para esta empresa creada en Silicon Valley en 2003. La crisis del grupo alemán ha coincidido con la presentación este miércoles de su Model X, un todoterreno que costará unos 75.000 dólares en su versión barata y empezará repartirse en 2016. Este vehículo acelera de 0 a 100 kilómetros por hora en sólo 3 segundos, y tiene una velocidad máxima de 250 kilómetros por hora. Es decir, se acabó lo de considerar al vehículo eléctrico como si fuera un 'coche de choque'. La autonomía sigue siendo su principal problema: una batería cargada da para unos 400 kilómetros, tras lo cual necesita cargarse completamente. Uno de los grandes problemas logísticos, como era que el tiempo de carga de las baterías era demasiado elevado, parece irse solucionando. En una prueba hecha este mismo verano de costa a costa de Estados Unidos, las baterías apenas tardaron 20 minutos en cargarse tras estar completamente vacías.
En la presentación de este miércoles, Elon Musk era continuamente interrumpido por los gritos de júbilo del público mientras proclamaba: "Tenemos que movernos hacia un mundo sostenible". Sus vehículos, aunque con precios muy elevados y dirigidos de momento a un segmento 'premium', amenazan con conquistar también Europa. Magazines energéticos como el 'Alberta Oil Magazine' lo tienen claro: ¿Es Tesla el final de la industria del petróleo?
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La reacción de Volkswagen
Mientras tanto, Volkswagen reacciona de forma lenta y torpe a la crisis, sin dar a conocer convenientemente los vehículos afectados y haciendo que la opinión pública tenga que informarse a base de filtraciones. Aunque su compromiso original fue facilitar la lista de los coches afectados durante el pasado viernes, lo cierto es que su sala de prensa, la que presuntamente daría esa información, se mantiene incólume sin actualizarse desde hace más de una semana y que la información circula con cuentagotas.
La compañía impulsada por Adolf Hitler en 1937 también comercializa vehículos eléctricos pero que de momento no permiten al conductor tener una experiencia similar que la que daría un coche impulsado con combustibles fósiles. Así, el Volkswagen E-Up apenas tiene una autonomía de 160 kilómetros hasta la siguiente carga, una carga que podría ser de 10 o 12 horas con una toma de corriente doméstica.