El fondo de pensiones del sistema educativo de Ontario (Canadá) es uno de esos grandes inversores que ha puesto el foco en España para llevar a cabo inversiones en plena crisis, aprovechando los atractivos precios que presentan las compañías cotizadas, sobre todo los valores de gran capitalización. Especializada en tomar posiciones en este tipo de compañías, el Ontario Teachers’ Pension Plan analizará las posibilidades de entrar en blue-chips españoles aunque con mucha atención a la evolución del rating del país. Una bajada hasta la categoría de bono basura sería un obstáculo casi insalvable.
La entidad, que gestiona activos por valor de más de 100.000 millones de euros, acaba de aterrizar en Madrid donde ha constituido la sociedad Everson Investments. El objetivo es analizar oportunidades de inversión den grandes empresas cotizadas con el fin de tomar una participación.
Como es habitual en este tipo de entidades, los responsables del fondo apuestan por una gran diversificación, por lo que sus apuestas oscilan entre aproximadamente el 1% y el 2% del capital de algunas compañías.
Hasta el momento, las grandes empresas españolas no forman parte de una cartera que cuenta con inversiones significativas en la petrolera francesa Total, su rival holandesa Shell, las operadoras de telefonía Vodafone y Deutsche Telekom, el grupo de alimentación Nestlé y el gran fabricante de productos de consumo holandés Unilever. También cuenta con notables participaciones en empresas estadounidenses como Apple, McGraw-Hill, Microsoft y la operadora telefónica Sprint Nextel.
Rating y rescate, en el punto de mira
El fondo, uno de los mayores del mundo en su categoría, invierte prácticamente en la misma proporción en renta fija y en variable (en torno a un 45% de la cartera en cada una de ellas), mientras que el resto se reparte entre commodities y mercado inmobiliario. En este último, a diferencia del resto, OTPP se centra casi en exclusiva en el mercado local.
A la cabeza del equipo de OTPP en España se encuentra Aaron Bennett, gestor de cartera y uno de los responsables de relaciones con inversores, con el fin de establecer contacto con las grandes compañías. De la evolución de aspectos como la calificación crediticia, el comportamiento del bono a 10 años, el cumplimiento de las exigencias de Bruselas sobre el equilibrio presupuestario y el mercado de valores dependerán las decisiones del fondo, que inició su andadura a finales de la década de los 80, con apenas 20 millones de dólares bajo gestión. Pese a la crisis, el volumen de activos de su cartera alcanzó a finales de 2011 una cifra récord en su corta historia.
Desde su creación, OTPP ha obtenido una rentabilidad media de entre el 9% y el 10%. En el último ejercicio, el retorno del fondo se fue hasta el 11,2%. OTPP cuenta con las aportaciones de algo más 300.000 empleados del sistema educativo de la provincia canadiense de Ontario, que engloba ciudades como Toronto y Ottawa, la capital del país. De media, los trabajadores adheridos al plan aportan un 13% de su salario al mismo.