Los ministros de Energía de la Unión Europea fijaron este lunes su posición negociadora sobre las normas de funcionamiento del mercado interno de la electricidad en la UE, que permite las reservas de capacidad de generación de energía, uno de los puntos más polémicos de la nueva directiva comunitaria.
A continuación, la comisión de Energía y Medioambiente del Parlamento Europeo deberá fijar sus directrices, previsiblemente en febrero, que la Eurocámara deberá aceptar en sesión plenaria para que se inicie la negociación del texto definitivo.
La directiva busca rediseñar el mercado eléctrico para, entre otros puntos, impulsar las energías renovables y contribuir así a alcanzar los objetivos del Acuerdo de París para frenar el cambio climático.
Uno de los obstáculos para alcanzar un acuerdo era el punto referido a las centrales de capacidad, es decir, la posibilidad de mantener centrales convencionales "de guardia" para que entren en funcionamiento en caso de que las fuentes renovables no sean capaces de abastecer la red por sí solas.
Los países, tras una negociación que terminó entrada la noche del lunes en Bruselas, pactaron defender que se mantengan esos mecanismos para "hacer frente a los picos de demanda" eléctrica, indicó el Consejo en un comunicado.
Éstas podrán funcionar a partir de 2025 si emiten menos de 550 gramos de CO2/kWh o menos de 700 kilogramos de CO2 de media anual por kW instalado, indicó el Consejo.
Además, los Estados se comprometen a que esas centrales no reciban ayudas a partir de 2030 y a reducir los pagos a partir de 2025.
Las centrales de capacidad han sido uno de los caballos de batalla de las organizaciones ecologistas, que critican que se permita continuar subvencionando las energías fósiles.
El acuerdo de las capitales también permite mantener tarifas fijas para favorecer a los consumidores más desfavorecidos, que la propuesta de partida de la Comisión Europea proponía eliminar en cinco años.
El Consejo señaló que el objetivo de la reforma normativa es "garantizar un mercado de la electricidad que funcione bien, sea competitivo y sin distorsiones, con el objetivo de mejorar la flexibilidad, la descarbonización y la innovación".