Cuando los eurófilos discuten con los euroescépticos, uno de los argumentos que se ponen sobre el tapete para contrarrestar a los segundos son los logros de la Unión Europea, aquellos donde triunfa el interés ciudadano frente a los poderes fácticos. Uno de los argumentos más recurridos últimamente era la eliminación del roaming, el servicio abusivo que las compañías que operan en los 28 países de la UE cobran por llamar entre dos estados.
La Comisión Europea y el resto de las instituciones europeas vendieron la pasada primavera como una victoria de la Europa ciudadana la supresión del roaming: más conocido en España como itinerancia de datos, este servicio debía quedar eliminado en diciembre de 2015 como fecha límite en todos los países de la Unión. Pero la celebración puede quedar en agua de borrajas, porque Bruselas quiere retrasar ahora la supresión hasta 2016.
La postergación saltó hace varios días, ya que estaba incluida en un borrador en manos de la presidencia italiana del Consejo Europeo, según informó The Financial Times. Pero apenas ha tenido eco en España, salvo un puñado de webs especializadas en tecnología que se han hecho eco del asunto.
Según el tabloide británico, mientras el recorte de precios fijados se mantendría en el baremo que estableció la todavía comisaria de Agenda Digital, Neelie Kroes, habría un resquicio que permitiría a las compañías exigir un cobro extra por “uso justo” a los clientes que llamaran fuera de sus fronteras nacionales. Una victoria en toda regla de las compañías telefónicas, que han recibido con los brazos abiertos esta noticia.
De momento no se sabe mucho más, pero la intranquilidad ha empezado a recorrer los pasillos de los grupos político en Bruselas. UPyD no descarta una pregunta parlamentaria para clarificar el asunto. “Resulta preocupante que la presidencia italiana, que tan rápida y efectiva se ha mostrado para situar a Mogherini como Alta Representante para Asuntos Exteriores y Seguridad de la UE”, razona la eurodiputada magenta Beatriz Becerra, “proponga ahora una injustificable demora en la derogación definitiva del roaming”. Este medio ha recabado la misma desazón en otros grupos, desconocedores de qué pasará con las onerosas tarifas de telefonía.
El presidente entrante de la Comisión, Jean-Claude Juncker, ha puesto en su lista de prioridades la cuestión del Mercado Único sobre la Economía Digital. “Se trata de un movimiento tan comprensivo para los intereses particulares de las grandes operadoras como incomprensible desde la perspectiva del interés general de los ciudadanos. No es aceptable desde ningún punto de vista”, denuncia Beatriz Becerra.