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El Congreso de EEUU, firme ante el fraude de Volkswagen: "Alguien debe ir a la cárcel"

Michael Horn también ha afirmado hasta el 1 de septiembre de este año no sabía que los vehículos del grupo alemán contenían el software ilegal.

  • Michael Horn, presidente de Volkswagen en EEUU

Instantes después de que el presidente del Grupo Volkswagen en Estados Unidos, Michael Horn, garantizase en el Congreso de Estados Unidos que el fabricante de vehículos asumirá la plena responsabilidad por el fraude de los motores, la Cámara norteamericana ha exigido responsabilidades penales a sus directivos por "haber falseado de manera intencionada las emisiones de sus coches diésel".

Entre los congresistas partidarios de las penas de cárcel, Frank Pallone, por Nueva Jersey, ha reclamado que el castigo a la empresa alemana debe ser "severo". Según adelanta el periódico El País, espera que se exijan responsabilidades penales contra los individuos, sin limitarse a sancionar al grupo. "Alguien deberá ir a la cárcel", ha rematado. Según el demócrata, es "la única manera de acabar con esta cultura de negligencia en la industria".

"El fraude de Volkswagen representa una clara violación de la confianza pública", dice un congresista de EEUU

Tras coincidir todos los legisladores en que el fraude ha sido "claramente intencionado", se trucaron los motores diésel de más de 11 millones de vehículos a nivel mundial para manipular las emisiones contaminantes, han reclamado que se revele el nombre de los responsables al representar una clara "violación de la confianza pública".

"La compañía asumirá las consecuencias"

Por su parte, Horn ha admitido ante un comité del Congreso de Estados Unidos que el objetivo del software instalado en algunos de sus vehículos diésel era ocultar sus emisiones reales. Horn también ha afirmado que no supo hasta el 1 de septiembre de este año que los vehículos del grupo alemán contenían el software ilegal, y añadió que, hasta ese momento, sólo sabía que algunos de esos automóviles diésel no cumplían con las normativas estadounidenses sobre emisiones.

Ante las preguntas de los congresistas estadounidenses, el presidente reconoció que no sabía exactamente cómo funciona el software instalado en los motores diésel turbo de 2 litros porque "no soy un ingeniero". Sin embargo, Horn subrayó que la compañía será capaz de reparar los vehículos afectados.

En su testimonio ante el Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, Horn se disculpó en varias ocasiones por las acciones del fabricante alemán y señaló que la compañía está dispuesta a "aceptar las consecuencias" de sus actos. El alto ejecutivo ofreció disculpas "en nombre de nuestra compañía y mis colegas en Alemania" por el "uso de un programa de software" cuyo fin era manipular las emisiones durante las pruebas.

El presidente del grupo alemán explicó que "hay tres grupos de vehículos involucrados, cada uno con una de las tres generaciones del motor de 2 litros diésel. Cada uno requiere una solución diferente". Según Horn, los responsables del engaño "serán identificados" y sufrirán las consecuencias, pero "cualquier información en este momento es preliminar". "Les pedimos su comprensión hasta que terminemos este trabajo", agregó el responsable.

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