La Comisión Europea quiere que España cuente con un cuarto operador de telecomunicaciones fuerte para poder competir en buena lid contra Telefónica, Vodafone y el nuevo grupo nacido de la fusión de Orange con Jazztel. Y el candidato con más posibilidades de ocupar ese puesto es Yoigo, la compañía controlada por el gigante sueco TeliaSonera, que ha mantenido contactos directos con las autoridades de Competencia comunitarias que finalmente han aprobado la compra de Jazztel por parte de Orange.
Yoigo hizo saber a los técnicos de Bruselas que estría interesado en adquirir los activos que tendrá que desinvertir Orange para conseguir el plácet a la operación. La pasada semana, la Comisión aprobó la OPA sobre el 100% de Jazztel, pero determinó qué activos tendrá que vender Orange para que se garantice la competencia efectiva en el mercado de telecomunicaciones español.
El grupo francés dispone de un plazo máximo de seis meses para vender a otra compañía del sector su red independiente de fibra al hogar (FTTH), compuesta por unas 720.000 unidades inmobiliarias. Esta red de alta velocidad abarca 13 distritos urbanos situados en cinco de las mayores ciudades españolas (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Málaga).
El operador galo también tendrá que dar acceso mayorista a la red nacional de ADSL de Jazztel al comprador de esa red de fibra durante un período de hasta ocho años. Este compromiso abarca un número ilimitado de abonados y permitirá al comprador competir inmediatamente en el 78 % del territorio español.
Yoigo ya comunicó oficialmente a la Comisión Europea su intención de hacerse con los activos que tuviera que vender Orange para poder quedarse con Jazztel
Aunque Orange se centrará en las próximas semanas en cerrar la OPA sobre Jazztel y no tiene prisa por vender los activos a los que le obliga Bruselas, Yoigo quiere mover ficha lo antes posible para hacerse con ellos. Máxime cuando hay otra compañía, MasMóvil, que también está interesada en estos activos y que en los últimos meses ha demostrado que tiene ganas y músculo financiero para crecer en España con compras (se ha hecho con Xtra Telecom, Tecnologías Integrales y The Phone House)
Yoigo, cuyo accionista de referencia amagó con dejar España y vender su participación, ha conseguido poco a poco consolidar su posición de cuarto operador. Cuenta con 4 millones de clientes (aunque ha descontado de su balance unos 570.000 usuarios no activos que dejaría esta cifra en 3,47 millones de abonados) y ha sacado pecho en los últimos meses.
La compañía señala que es el único operador con red móvil propia que registra resultados netos positivos en portabilidad desde el pasado mes de febrero. En el primer trimestre obtuvo unos ingresos de 200 millones de euros y ha vuelto a la rentabilidad, con un ebitda positivo de 10 millones, frente a las pérdidas de nueve millones de euros con que cargó en el primer trimestre de 2014.
Todo apunta a que este 2015 será el año de Yoigo y la compañía quiere apostar fuerte por hacerse con los activos de Orange.