La avalancha de megawatios renovables que trajeron los procesos de subasta puestos en marcha por el Gobierno en apenas tres meses desataron no pocas críticas en el sector, que acusó al Ejecutivo de falta de planificación. El Ministerio de Energía ha terminado por admitir que no fueron las mejores formas, aunque sigue sosteniendo que el proceso fue todo un éxito.
Ante una representación de lo más granado del sector, el secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, admitió que "concentrar 8.000 megawatios en apenas tres meses no fue una forma óptima de hacer las subastas". Durante su intervención en una jornada sobre la futura Ley de Cambio Climático, organizada por el diario El Economista, Navia matizó que el objetivo marcado desde la Comisión Europea es alcanzar el 20% de la producción de energía con fuentes renovables en 2020 y "los plazos está ahí, para cumplirlos".
Navia respondía así a las numerosas voces que acusaron al Gobierno de falta de previsión y planificación. La última llegó a oídos del secretario de Estado apenas unos minutos antes. En el mismo acto en el que participaba, el consejero delegado de Acciona Energía, Rafael Mateo, se refirió a la subasta como un ejemplo de lo que no debe hacerse. "Para ir hacia una economía descarbonizada no hace falta mucha política, solamente saber hacia dónde se va y cómo. Pero también hace falta confianza y planificación y la del Gobierno ha sido un despropósito".
No fue ésta la única crítica que tuvo que escuchar Navia durante la sesión. El presidente de Red Eléctrica, José Folgado, encargado de inaugurar el acto, abrió el debate sobre la fiscalidad de la energía y puso sobre la mesa la necesidad de reformarla. "Los impuestos específicos deben tener un motivo claro", apuntó el ex secretario de Estado, para después insinuar que no veía ese motivo en el 7% con que se grava la generación.
A vueltas con la fiscalidad
Folgado aseguró que la tramitación de la Ley sobre Cambio Climático sería una buena oportunidad para introducir reformas en la fiscalidad. Algo que también espera Fernando Becker, director corporativo de Iberdrola España. "La cuña fiscal en España es muy elevada, no podemos pagar impuesto sobre impuesto y después añadirle más tasas". Becker aseguró que esa fiscalidad es la que ha hecho inviable la energía nuclear en España.
En este punto no hubo respuesta de Navia. Durante su intervención no hizo ni una alusión a posibles cambios en el régimen impositivo del sector. Un silencio significativo y que vino a poner de manifiesto que el Gobierno no está dispuesto a ceder a los llamamientos de las empresas sobre la necesidad de rebajar impuestos. El propio ministro, Álvaro Nadal, lo ha reiterado en numerosas ocasiones.
Otra cuestión que se puso de manifiesto fue el papel que deben tener otros sectores en el objetivo de tener una economía completamente descarbonizada en 2050. "Esto no podemos hacerlo sólo desde el sector eléctrico, tienen que contribuir otros como los de edificación y transporte", aseguró el consejero delegado de Endesa, José Bogas. En la misma línea se situó Becker, quien calificó de inviable "cargar todo este esfuerzo en la factura de la luz".
Aprovechar para reindustrializar
Para la adecuada transición, Bogas mencionó el papel que debería desarrollar la industria nuclear. "En 2050 ya no habrá centrales pero hasta entonces serán muy necesarias para llevar a cabo una adecuada transición". Con una oportuna advertencia de que venía a "hablar de su libro", el presidente de Enagás, Antonio Llardén, situó en primera línea el gas natural como la fuente más adecuada para realizar el paulatino cambio de modelo.
"El gas natural tiene que ocupar el hueco término que deje el carbón. Así ha ocurrido en Reino Unido y en los últimos años ha logrado reducir un 25% sus emisiones de dióxido de carbono", apuntó. "Por su flexibilidad, es el compañero de viaje ideal para el futuro".
Eso sí, Llardén recordó que para que esto suceda hay mucho trabajo que hacer aún con las célebres intrerconexiones, en las que, como no podía ser de otra forma, también hizo hincapié Folgado. El asunto también generó debate porque el consejero delegado de Acciona Energía no estaba tan de acuerdo. "Con la sobrecapacidad que presenta ahora mismo el sistema, interconexiones las justas. Y si se incrementan, eso tiene que tener un efecto en reducir costes que no estamos viendo hasta ahora".
Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, introdujo la idea de aprovechar la nueva Ley para que sirva de impulso a una nueva industrialización de España. "Me consta que el Gobierno quiere que hasta un 20% del PIB provenga de la industria. La nueva Ley no debería quedarse en un mecanismo para cumplir los objetivos medioambientales de Bruselas. También debería fijarse como meta contribuir a la reindustralización del país.
Para eso, no encontró mejor ejemplo que el coche eléctrico, aunque instó a realizar el mayor esfuerzo inversor sólo cuando las tecnologías estén maduras. "No cometamos errores del pasado, como con las renovables. Si se hace de forma adecuada, a esa descarbonización Repsol se apunta de cabeza".