El mercado eléctrico vive un gran momento de incertidumbre. Y el negocio de las centrales hidroeléctricas aún más, ante los problemas de escasez de agua que se vive. Un contexto en el que Altano Energy, la plataforma de inversión de la firma británica Pioneer Point Partners, ha alcanzado un acuerdo con la familia Navarro para la compra de las centrales hidroeléctricas que tiene repartidas por el norte de España
Un proceso de venta que arrancó en noviembre de 2021, tal y como adelantó Vozpópuli. El proceso ha sido coordinado por la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC), que por motivos de confidencialidad tampoco puede comentar estos avances. Tanto Altano como el Grupo Navarro, el holding familiar de los Navarro, no han querido valorar el cierre de la operación pese a la insistencia de este medio.
Según explican fuentes conocedoras del proceso, Altano está a la espera de recibir todos los permisos para anunciar la operación en septiembre y ya ha trasladado a los trabajadores de las centrales este cambio de propiedad. La firma de inversión mantiene la plantilla e, incluso, ha incorporado a algún directivo de Navarro Generación, la filial energética de este holding familiar, para la gestión de su cartera de renovables en España.
El proceso de venta de la empresa llega tras los cambios en la dirección de Navarro en 2021. Juan Franciso Quiroga Fernández-Ladreda abandonó la presidencia del grupo en septiembre, tras seis años al frente, y Julián Navarro Iglesias, el único miembro de la tercera generación de los Navarro en activo, tomaba el mando tanto de Navarro Generación como de la filial dedicada a la producción de carburo de silicio.
Navarro Generación está controlada por tres sociedades vinculadas a la familia en las que si dividen cada una el 33% del capital. Un grupo familiar que triunfó a finales de los años 90 gracias a una gran posicionamiento en la generación minihidráulica y con el carburo de silicio. Tras intentar invertir en otros negocios como el biodiesel o el catering en los aviones de Iberia, las diferentes ramas familiares se centraron en sus dos negocios tradicionales y en el inmobiliario.
En los dos últimos años, con el ‘boom’ de las renovables, Navarro Generación movió ficha en el pujante negocio fotovoltaico con un parque en León de 50 MW, una instalación que ya cuenta con las autorizaciones necesarias de la Administración pero que se ha encontrado con problemas en el proceso de financiación.
Altano quiere más en España
Altano Energy entra en el negocio de las centrales hidroeléctricas en España tras anunciar a principios de mes la compra de una cartera eólica y solar fotovoltaica de 98 megavatios (MW) en Granada, tal y como adelantó el diario El Economista. A principios de octubre de 2021, logró cerrar dos proyectos fotovoltaicos por un total de 64 MW en Puertollano (Ciudad Real), incluido un PPA a largo plazo y una financiación de proyecto con un banco español. Estos proyectos ya están en construcción y se espera que estén operativos a finales de 2022.
La firma de inversión tiene una cartera de 400 MW de proyectos de diferentes tecnologías. Según informaba a El Economista, el fondo busca oportunidades en España en solar fotovoltaica y eólica, así como de la hidroeléctrica, la biomasa, el almacenamiento en baterías y el hidrógeno. La firma no ha querido hablar con este medio pese a reiteradas consultas.
Navarro mantiene activos
El cuaderno de que manejaba PwC se incluía once centrales hidroeléctricas situadas, principalmente, en el norte de España. Además, la compañía tiene otras tres centrales con propiedad compartida en la sociedad Hidroastur, donde cuenta con un 25% y donde tiene como socio a RPI.
Navarro Generación cuenta además con dos plantas solares de Fotovoltaica El Pozuelo y el negocio de distribución de Hidroeléctrica del Guadiela en la región de Guadalajara y Cuenca. En la operación tampoco se incluyen las dos fábricas de carburo de silicio que controla la familia Navarro a través de Navarro Sic.
La cifra total de la operación no ha sido desvelada, aunque desde el sector financiero hablaban de cifras que "podrían superar" los 120 millones de euros. Según explican fuentes financieras, han existido hasta cuatro interesados en la fase final de esta puja. Los nombres que han sonado, antes que Altano, para cerrar esta compra han sido Naturgy, TotalEnergies, RPI o Grupo Cuerva
El proceso, que arrancó en noviembre, contó con muestras de interés de 20 candidatos. Desde el mercado explican a este medio que se trata de "una de las carteras de activos a la venta más interesantes en el mercado energético español" por la rentabilidad de la generación hidroeléctrica.