BlackRock se convertirá en el dueño del 20% de Naturgy cuando se cierre su compra Global Infrastructure Partners (GIP). Una operación sobre la que Moncloa ha reclamado su derecho a veto. “Sólo el Gobierno sabe su decisión sobre la entrada de BlackRock en Naturgy”, ha señalado el presidente de la gasista en la presentación de resultados.
El pasado mes de enero, BlackRock alcanzó un acuerdo para adquirir GIP, que es uno de los accionistas de referencia de Naturgy con una participación del 20% desde 2016. No obstante, el carácter estratégico de la compañía, primera gasista y tercera eléctrica de España, ha llevado al Gobierno a plantearse estudiar este cambio de manos en esa titularidad.
“BlackRock con GIP es una operación entre accionistas”, recordaba Reynés. “GIP aseguró en el consejo que, una vez se culmine la integración, serán los propios gestores de GIP los que gestionen el negocio de infraestructura de BlackRock”, añadí el ejecutivo. El presidente de Naturgy aseguró que la dirección “ son trabajadores de la compañía y son un sujeto pasivo en este asunto".
Reynés contestó a las preguntas de los medios sobre las decisiones del Gobierno que no le gusta "opinar sobre política". No obstante, el único tema 'político' donde quiso pronunciarse es sobre el asunto BlackRock donde quiso insiste que "sólo el Gobierno sabe su decisión sobre este asunto".
Reynés sigue defendiendo Géminis
El presidente de Naturgy sigue defendiendo que la escisión de la compañía en dos empresas, una regulada y otra del mercado libre. “Tiene todo el sentido estratégico pero siguen sin darse las condiciones para que se pueda ejecutar", explicaba el presidente ejecutivo tras la presentación de sus resultados.
Reynés puntualizó que esto no quiere decir que exista un posible objetivo "a corto plazo", aunque afirmó que el amplio colchón de liquidez, con 9.200 millones de euros, dan la "posibilidad" de hacerlo si se presentara.
A este respecto, reiteró que Naturgy "siempre está atenta a cualquier oportunidad" que pueda presentarse, tanto dentro como fuera de España, aunque siempre cumpliendo las premisas de mantener la disciplina financiera.
Unos resultados que le han permitido sacar músculo financiero, con un aumento del 20% del beneficio y una reducción de deuda. Y unas inversiones cercanas a los 3.000 millones. Una posición que le permite ser candidato a los grandes movimientos del mercado de las renovables. “Analizamos todas las oportunidades que pudiera surgir, tanto dentro como fuera de España, pero todo se realiza bajo un paraguas de la disciplina financiera", comenta el directivo.
Donde no hay novedades es en la llegada de un consejero delegado, tras el intento fallido de fichar a Ignacio Gutiérrez-Orrantia el pasado ejercicio. "No hay previsto ningún nombramiento ni cambio en el consejo de administración", comentaba en la rueda de prensa. Tampoco en su posición en la compra de gas ruso con su contrato con Yamal LNG. “Tenemos desde 2013 un contrato de take or pay (de compra garantizada) que nos obliga a honrar los contratos, pero no hemos comprado ni un kilovatio de más de lo que recoge el contrato”, ha concluido Reynés.