Los líderes de la Unión Europea reconocieron este martes por escrito el "potencial" de la península ibérica en el futuro suministro de energía renovable en una UE que se está alejando a marchas forzadas de los combustibles fósiles importados de Rusia y que aspira a la autonomía energética. Las conclusiones aprobadas por los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la UE, reunidos de forma extraordinaria para analizar el contexto geopolítico de la invasión rusa sobre Ucrania, reconocen la necesidad de "aprovechar el potencial de la Península Ibérica para contribuir a la seguridad de suministro de la Unión Europea".
El texto recoge también la necesidad de "completar y mejorar la interconexión de las redes europeas de gas y electricidad mediante la inversión y la finalización de la infraestructura para proyectos nuevos y existentes, incluidas las interconexiones de gas natural licuado (GNL)", estas últimas adaptadas para transportar hidrógeno "a toda la Unión Europea".
Los líderes de los Estados miembros encargaron también a la Comisión Europea que explore distintas formas para aplacar el incremento de los precios de la energía, incluyendo el análisis de "la viabilidad de introducir límites temporales a los precios de importación cuando proceda".
El párrafo se inspira en la propuesta lanzada el pasado marzo por Italia para que la UE, aprovechando que es un mercado colosal, establezca un "precio tope" para las compras de gas por encima del cual no puedan pasar los operadores, de forma que se abarate el precio de la energía y evite que la gasística rusa Gazprom obtenga beneficios extraordinarios.
También en materia de precios de la energía, el Consejo Europeo llamó a la Comisión "a que prosiga rápidamente su trabajo sobre la optimización del funcionamiento del mercado europeo de la electricidad" a partir del informe presentado hace un mes por la Agencia para la Cooperación de los Reguladores de Energía (ACER).
En ese análisis, piden al Ejecutivo comunitario que aborde "el efecto de los precios del gas, para que (el mercado) resista la futura volatilidad de los precios, ofrezca servicios asequibles electricidad y se adapte completamente a un sistema energético descarbonizado".
Esto debe hacerse, apuntan los líderes en sus conclusiones tras dos días de cumbre, preservando "la integridad del mercado único, manteniendo los incentivos para la transición verde, preservando la seguridad de suministro y evitando costes presupuestarios desproporcionados".
El mayor peso político en la cumbre europea, convocada de forma extraordinaria para analizar el desarrollo de la invasión de Rusia sobre Ucrania, recayó sobre las negociaciones para acordar un embargo al petróleo ruso, que finalmente será parcial y con excepciones para Hungría, República Checa y Eslovaquia.
No obstante, la situación energética ocupó también gran parte de las conclusiones aprobadas por los líderes, con el objetivo de revisar "los avances en la eliminación gradual de la dependencia de la Unión Europea del gas ruso, las importaciones de petróleo y carbón lo antes posible".
Así, los jefes de Estado y de Gobierno de los Estados miembros subrayaron la necesidad de la UE de "diversificar aún más las fuentes y rutas de suministro y garantizar el suministro de energía a precios asequibles", así como concentrarse en la "eficiencia y el ahorro energético" y "acelerar el despliegue de energías renovables" y los permisos para instalar las infraestructuras.
Los líderes respaldan así las líneas generales del plan "Repower EU" de la Comisión Europea, presentado el 18 de mayo, para alejar a la UE de los combustibles rusos, especialmente del gas, que los líderes llaman a examinar e implementar rápidamente