El pasado viernes, la cadena de supermercados DIA anunció que, tras lograr un nuevo acuerdo con los sindicatos, reduciría en un 35% su Expediente de Regulación de Empleo, (ERE). En vez de los 2.064 despidos previstos inicialmente, el expediente afectará a un total de 1.337 empleados. La nueva cifra acordada supondría recortar 5% de su plantilla total en España.
DIA es una de las grandes empresas de supermercados de nuestro país. Antes de sufrir las caídas del último año, cotizaba en bolsa como parte del IBEX 35. Cuenta con más de 6.000 tiendas repartidas entre España, Argentina, Brasil y Portugal, factura cerca de de 9.000 millones de euros anuales y da empleo a aproximadamente 44.000 personas, según sus últimos balances.
La cadena de distribución alimentaria se autodefine como una “compañía comprometida con la igualdad de oportunidades laborales”, tal y como asegura en su memoria financiera anual, donde asegura que está poniendo en marcha numerosas medidas de inclusión a favor de la mujer. La única certeza real es que la presencia femenina es predominante entre sus empleados españoles, que conforman más de la mitad de su plantilla global.
A cierre de 2018, el número total de mujeres a nivel mundial en DIA alcanzaba el 64% del total, incluyendo todas las tiendas con las que cuenta la cadena fuera de nuestro país. Al hablar exclusivamente de la plantilla en territorio nacional, el porcentaje de empleadas aumenta aún más: hay un 71,6% de mujeres, un porcentaje equivalente a más de 19.000 trabajadoras. No obstante, a pesar de ser minoría, los hombres predominan en los puestos directivos, donde tan solo hay 38 mujeres en todo el país.
Como consecuencia, el trabajador medio de DIA es una mujer de unos 45 años, aproximadamente. Son ellas las que ocupan la mayor parte de puestos en tienda de cara al público, que son la principal fuente de empleo por parte de la empresa, mientras que los hombres suelen ocupar puestos de almacén, entre otros. Según apuntan desde el sindicato mayoritario, Fetico, los despidos afectarán principalmente a los trabajadores de tienda, ya que los mozos de almacén “son más fáciles de recolocar” entre los distintos establecimientos.
Incertidumbre ante el número de despidos
A día de hoy todavía se desconoce si el número acordado el pasado viernes entre la multinacional y los sindicatos será la cifra final de despidos provocados por la victoria de LetterOne, sociedad controlada por el inversor ruso Mikhail Fridman y dueña del 29% de la cadena, en la junta de accionistas de la empresa con su ampliación de capital de 500 millones de euros.
Tras varias bajadas y extensas negociaciones, desde Fetico y UGT han insistido en "minimizar" esta cifra a la espera de la posible venta de tiendas y la subrogación de sus empleados con el mantenimiento del empleo y las condiciones de trabajo. En concreto, la cadena de supermercados habría puesto a la venta en el mercado alrededor de 300 establecimientos repartidos por todo el territorio nacional, que han despertado el interés de una treintena de empresas, según CC.OO.
De este modo, ambas partes han pactado reducir los despidos de 140 a 55 trabajadores en almacenes, con lo que los ubicados en Getafe, Mejorada, El Puerto de Santa María, Santiago de Compostela y Miranda de Ebro dejan de estar afectados por ERE, según explican Fetico y UGT.
Los sindicatos quieren impugnar el ERE
Desde Comisiones Obreras (CCOO) han asegurado que no descartan impugnar el ERE después de que la junta directiva de DIA pidiera durante su última reunión a los sindicatos “que hicieran un ejercicio de responsabilidad”. Y es que la votación de la junta directiva sobre el futuro de la empresa no modifica en ningún momento la hoja de ruta del expediente, algo que esperaban desde CC.OO.
Para CCOO, lo responsable sería que se llegase a acuerdos "basados en la búsqueda de soluciones no traumáticas" entre todas las partes implicadas. También exigen que los despidos se produzcan con indemnizaciones entre 33 y 45 días por año, con un tope de 24 mensualidades, así como la posibilidad de registrar prejubilaciones voluntarias a las que pueda adscribirse cualquier persona que trabaje en DIA.
"Lo responsable sería ofrecer seguridad, ampliar los plazos de aplicación de las medidas hasta que se conozca con certeza cuál va a ser el plan de gestión del nuevo dueño", han emplazado, al tiempo que han acusado a la compañía de "no despejar" las dudas que pesan sobre el futuro de los trabajadores de la cadena de supermercados.