España lucha por seguir siendo competitiva en el exterior pese a la crisis de deuda que afecta a la Eurozona. Con un mercado interno muy debilitado, tanto empresas como Gobierno ponen el énfasis en crecer hacia fuera y los ajustes empiezan a surtir efecto. De hecho, se espera que los datos del mes de julio arrojen superávit por cuenta corriente, algo que no ocurría desde hacía 15 años.
Para José Ramón Iturriaga, gestor de fondos de Abante Asesores, es un gran dato, ya que permite evaluar el avance de las necesidades de financiación de España. "La deuda exterior no va a seguir subiendo. Aunque de momento sea el primer mes de superávit, el semestre se consigue mes a mes".
El déficit acumulado de la balanza por cuenta corriente en el primer semestre del año se redujo en un 30%, hasta situarse en los 17.134,5 millones de euros, frente a los 24.571,5 millones del mismo periodo en 2011. En otras palabras, el déficit por cuenta corriente ha pasado de suponer un 4,8% del PIB español a reducirse hasta un 3,2%. Se trata de un dato muy positivo, motivado por la reducción del déficit de la balanza comercial y por el incremento del superávit de la balanza de servicios.
"El hueco que ha dejado el mercado inmobiliario lo van ocupando las exportaciones"
El déficit de la balanza comercial disminuyó en los seis primeros meses del año hasta los 15.579 millones de euros, frente a los 20.942,7 millones de 2011, gracias a que las exportaciones crecieron un 3,7% y las importaciones cayeron un 0,9%. En opinión de José Ramón Iturriaga, "el hueco que ha dejado el mercado inmobiliario lo van ocupando poco a poco las exportaciones". "La economía española se está adaptando, aunque queda pendiente superar el déficit energético, ya que petróleo es lo que más importamos", expone.
"Que la evolución de las exportaciones sea tan positiva demuestra que somos competitivos y esto de cara a los inversores internacionales es muy importante", explica. "El dato de importaciones tiene que seguir cayendo porque tenemos que actuar en base a nuestras necesidades".
Rafael Pampillón, director de Análisis Económico del IE Business School, coincide con esta idea. "El consumo interno no nos debe preocupar en este momento, es normal que las importaciones sigan cayendo. Lo importante es que las exportaciones mantengan esta tendencia", comenta.
Países en función de su balanza por cuenta corriente (2009)
Por su parte, el superávit acumulado de la balanza de servicios, que creció hasta los 16.377,9 millones de euros frente a los 13.749,5 millones anteriores, vuelve a demostrar que el turismo sigue siendo el motor principal de la economía española. No obstante, el superávit de otros servicios no turísticos fue el que experimentó el crecimiento más espectacular, hasta casi cuadruplicarse -pasó de los 804,5 millones del primer semestre en 2011 hasta los 3.314,2 millones este año-.
Rafael Pampillón atribuye este dato al hecho de que existe una gran necesidad entre las empresas de salir al exterior, ya que el 90% de sus ingresos en el momento actual proceden de otros países. "España es un país de servicios, con empresas relacionadas con infraestructuras, obras públicas, servicios financieros, telefónicos, aseguradoras etc, dispersas por todo el mundo", afirma.
Iturriaga asegura que la economía española ha entrado en un punto de inflexión que no va a pasar desapercibido en el exterior. "En cuanto se calme la preocupación por el Euro, los inversores volverán su atención hacia la macroeconomía y comprobarán que España está haciendo los deberes", concluye.