El coronavirus ha revolucionado la balanza comercial española. Sectores que antes lideraban las exportaciones del país, como los automóviles y sus componentes, han sufrido fuertes caídas en las ventas al exterior por el parón de las fábricas y el hundimiento de la demanda externa, mientras que se han multiplicado las compras de productos que antes no estaban en el top de importaciones, como los medicamentos.
Con los datos actualizados a cierre de marzo, divulgados este martes por la Agencia Tributaria, España gastó en marzo 1.540 millones de euros en la importación de medicamentos, un 28% más que en el mismo mes del año anterior. De hecho, las compras de medicamentos fueron las que más contribuyeron positivamente a las importaciones, aportando 1,2 puntos a la evolución total de las compras al exterior. Las compras se realizaron principalmente Países Bajos, Estados Unidos, Italia y Alemania.
El incremento de la compra de medicamentos aumentó el peso de los productos químicos en la cuenta de importaciones, hasta representar un 19,2% del total en marzo, frente al 16,3% que supusieron en el tercer mes de 2019.
En conjunto, las importaciones españolas bajaron un 14,4% interanual en el mes de marzo, pese a la contribución positiva de medicamentos, aeronaves -adquiridas de EEUU y, en menor medida, de Francia y Jordania-, aceites y grasas -comprados a Indonesia, Túnez, Ucrania y China-, y frutas, hortalizas y legumbres a EEUU, Marruecos, Perú y, en menor medida, Portugal. Fueron los únicos productos cuyas compras aumentaron.
Desplome de la exportación de automóviles y componentes
Por el contrario, se desplomaron las compras de petróleo y derivados -sobre todo a Libia, Arabia Saudí, Azerbaiyán y Argelia-, automóviles y motos -sobre todo a Alemania, Corea del Sur, Francia y Reino Unido-, componentes de automóvil -principalmente a Francia, Alemania, Reino Unido e Italia, y minerales -a Brasil, Indonesia, EEUU y Canadá-.
Las exportaciones también cayeron, un 14,5% en el mes de marzo. Los mayores descensos fueron en automóviles y motos, petróleo y derivados, y componentes del automóvil. Países como Alemania y Francia dejaron de comprar a España automóviles y componentes.
Por el contrario, aumentaron las ventas al exterior de frutas, hortalizas y legumbres -sobre todo a Alemania y, en menor medida, a Francia, Reino Unido y Países Bajos-, productos cárnicos -a China principalmente por ser el mayor consumidor del mundo de carne de cerdo, y también a Italia, Japón y Portugal-, medicamentos -vendidos a Suiza, Italia, EEUU y Alemania-, y otros alimentos -adquiridos por Francia, Portugal, Marruecos y EEUU-.
