La tensión entre Rusia y Ucrania se ha desbocado en las últimas semanas. La anexión de Crimea en 2014 y la Guerra en el Dombás golpearon duramente a la economía ucraniana en los dos primeros años del conflicto. España nunca ha tenido una gran relación comercial con Ucrania, pero el interés por su mercado ha crecido en los últimos años, tras la estabilización de su economía. En 2021, los empresarios españoles facturaron 631 millones por las exportaciones a la antigua república soviética.
La escalada del tono entre Rusia y Occidente comenzó hace tres meses, después de que Moscú enviase a sus tropas a las fronteras norte y este de Ucrania. El movimiento preocupa en la OTAN, a la UE, a la propia Ucrania y a Estados Unidos. El Gobierno de Joe Biden ve posible que el Kremlin intente invadir a sus vecinos, algo que niegan los rusos. El trasfondo de esta crisis es el mismo que derivó en la ocupación rusa de Crimea en marzo de 2014 y en la guerra del Donbás: Moscú quiere atar en corto a Kiev y evitar que se acerque a la OTAN y a la Unión Europea.
A finales de 2013, el entonces presidente de Ucrania, el prorruso Victor Yanukóvich, suspendió un acuerdo de asociación con la UE. La decisión no gustó a una parte de la población ucraniana, que decidió manifestarse en Kiev. El Gobierno respondió con violencia, hubo batallas campales, decenas de muertos y una salida precipitada de Yanukóvich del país. En febrero de 2014, Putin ordenó la invasión de la península de Crimea con un falso pretexto. Poco después, se celebró un polémico referéndum -con sospechas de fraude- en el que venció la anexión de Crimea a Rusia. Los enfrentamientos estallaron también en Donbás y Lugansk, en la parte oriental de Ucrania, contra los grupos separatistas financiados por Moscú.
La guerra pasó en los siguientes años por distintas fases, con treguas, pero sin llegar nunca a una solución definitiva. El conflicto se enquistó. En total, ha dejado más de 13.000 muertos. La economía ucraniana ha sido la otra gran damnificada. El enfrentamiento militar provocó un desplome del 6,6% del PIB ucraniano en 2014 y de un 9,8% en 2015. El país recuperó fuelle entre 2016 y 2019, con crecimientos moderados, y contó con ayudas del FMI. En 2020, durante lo peor de la pandemia, el PIB ucraniano cayó un 4%.
El estallido de la guerra en 2014 también afectó aparentemente a las exportaciones españolas a Ucrania. Según la Secretaría de Estado de Comercio, las relaciones comerciales bilaterales entre los dos países "han sido siempre escasas y alejadas del potencial de ambas economías, siendo las exportaciones de Ucrania a España mucho más elevadas que las exportaciones de España a Ucrania".
En 2013, España facturó 418 millones de euros en exportaciones al país de Europa del Este. Pero en 2014, la facturación cayó a los 284,7 millones y en 2015, se quedó en los 229,9 millones. La situación fue mejorando en los siguientes años, con la excepción del 2020. Así, España exportó a Ucrania en 2016 bienes y servicios por valor de 301,9 millones, 391,1 en 2017, 398,8 en 2018 y 612 en 2019. Los datos provisionales reflejan una facturación de 506,2 euros en 2020 y de 631,1 el año pasado.
La Secretaría de Comercio señala que las empresas españolas muestran un "interés reciente" por el mercado ucraniano según "se estabiliza la economía tras la grave crisis provocada por la revolución de 2014". También avisa de que una buena parte de las exportaciones a Ucrania se triangulan con otros países, como Polonia u Holanda, o proceden de centros productivos de las empresas españolas en países vecinos, como la misma Polonia o Rusia. Esto, por tanto, hace que las estadísticas oficiales "minusvaloren el mercado ucraniano de cara al empresario español".
¿Qué vendemos a Ucrania?
Dentro de esta relación con Ucrania, los empresarios españoles venden, sobre todo, bienes relacionados con los automóviles y los tractores (acapararon un 17,9% de lo facturado entre 2018 y 2020). En menor medida, España envía máquinas y aparatos mecánicos (8,3%); pescados, crustáceos y moluscos (4,9%), otros productos químicos (4,7%) y cerámica (4,3%). También exportan conservas de verdura o fruta, prensas de vestir, combustibles y aceites minerales o aparatos eléctricos. En 2020, Ucrania ocupó el puesto 53 de nuestros destinos de exportación y el 38 entre nuestros proveedores.
En concreto, los lazos comerciales entre los dos países se reducen a 4.395 empresas exportadoras y 85 importadoras, según los datos de la Cámara de Comercio de España. Hay que tener en cuenta que los datos del organismo son de 2019 y que sólo figuran las compañías que quisieron facilitar esta información.
A España, donde residen 112.034 ucranianos, llegan desde el país del Este cereales, grasas y aceite animal o vegetal. Ucrania facturó 1.611 millones de euros en 2020 gracias a las exportaciones a nuestro país, frente a los 1.369 millones de 2019 y los 1.317 de 2018. La inversión ucraniana en España es muy reducida y se concentra en el sector inmobiliario.