España ocupa el puesto 57 en el nuevo ranking mundial del Índice de Libertad Económica, elaborado anualmente por The Heritage Foundation y divulgado en nuestro país por la Fundación FAES y el Foro Regulación Inteligente. En la nueva edición del documento, cuyos datos corresponden a 2018, España obtiene una nota final de 65,7 puntos sobre 100, lo que supone una leve mejora de 0,6 puntos con respecto a la publicación de 2017. No obstante, España figura entre Indonesia y Eslovenia en el ranking mundial, y es superada también por países como Baréin, Kosovo, Rumanía o Botsuana. En el contexto de la Unión Europea, España se sitúa en el puesto 20 de 28 países, y su puntuación total está por debajo de la media regional.
El Índice de Libertad Económica, impulsado en su nacimiento por el Premio Nobel de Economía Milton Friedman, analiza con datos objetivos el grado de apertura o intervencionismo de las economías mundiales e ilustra los beneficios de vivir en sociedades más libres. El documento ha estudiado la evolución de 180 países atendiendo doce medidas agrupadas en cuatro apartados: Estado de Derecho, tamaño del gobierno, eficacia reguladora y apertura de los mercados.
El informe valora la mejora del entorno fiscal en España, pero advierte del “excesivo endeudamiento del sector público”, que actúa como un “freno al crecimiento”. El estudio ensalza la reforma laboral de 2012, si bien hace notar que desde entonces no se han introducido mejoras. Además, alerta sobre la subida del salario mínimo pactada para 2019, y subraya la importancia de mejorar el entorno regulatorio, que sigue obstaculizando la actividad empresarial.
Por otro lado, el informe lamenta “la lentitud de las instrucciones judiciales” en España, y apunta que el imperio de la ley se ve lastrado por la falta de efectividad y rapidez al resolver los problemas de corrupción. En relación con el nuevo Ejecutivo, advierte sobre el “discutido y costoso programa de reformas”.