Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) hablan por sí solos. En España, casi la mitad de las horas extraordinarias que se trabajan no se cobran, ni se cotizan ni tampoco se compensan con días de descanso.
Los españoles hacen una media de casi seis millones de horas extra a la semana, en concreto se estiman alrededor de 5.800.000 horas semanales, lo que supone un incremento del 1% con respecto al año anterior. Sin embargo, y pese a la subida, éstas se quedan en el cajón del olvido tanto para los empresarios, que no las reconocen, como para la Seguridad Social, que no tiene constancia de ellas. "Este fraude afecta económicamente a los derechos de los trabajadores, a la Hacienda Pública y a la Seguridad Social", denuncian desde UGT.
Para el sindicato estos datos no son más que la confirmación de que la regulación española de empleo es "deficitaria" y que cada vez se hace más necesaria la implantación en las empresas de ciertos instrumentos que permitan el registro diario de la jornada para poder detectar "irregularidades, abusos y fraudes" en el cumplimiento de los horarios de trabajo.
LA EPA arroja también que en 2017 las horas extra no pagadas disminuyeron un 8,3%, una bajada inferior a la de 2016 que se situó en un 14,5%.
Modificación del Estatuto de los Trabajadores
Tanto los sindicatos de los trabajadores como el propio Tribunal Supremo indican que sería necesario modificar el Estatuto de los Trabajadores (ET) para clarificar la obligación de llevar un registro diario de las horas extra realizadas por los empleados de una empresa.
Hace tres meses, la idea se materializó en una Proposición no de Ley presentada por el PSOE en el Congreso de los Diputados con el fin de modificar el art. 34 del ET. "Esta propuesta podría ser un buen punto de partida desde el que abordar una regulación más integral que comience por la derogación de las últimas reformas laborales", explican desde el sindicato. No obstante, la petición se encuentra en periodo de enmiendas.
Los sindicalistas, además, piden que "se limite la posibilidad de realizar horas extra, que se impida que el empresario pueda decidir unilateralmente una distribución irregular de la jornada o determinar el calendario laboral".