El Gobierno aprobró el viernes pasado la liberación de los planes de pensiones con el objetivo de hacerlos más atractivos y fomentar su contratación dadas las malas perspectivas del sistema de pensiones. El cambio permitirá a los españoles que tengan hoy en día un plan de pensiones recuperar los fondos a partir de 2025 y siempre que se hayan hecho aportaciones durante 10 años y sin una edad mínima para hacerlo.
A Inverco la propuesta no le hace mucha gracia. Aunque el Gobierno les consultó y les escuchó, no recogió sus principales ideas, que pasan por informar a los ciudadanos de la pensión que tendrán en el futuro a través de la famosa ‘carta naranja’, fomentar el uso de los planes de empleos en España y mejorar la fiscalidad de los planes de pensiones para que los ciudadanos complementen su pensión el día de mañana.
La medida aprobada por el aún ministro de Economía, Luis de Guindos, se centró únicamente en dar más liquidez a los planes y rebajar las comisiones con la idea de hacer el producto más atractivo. Según los cáluculos de Inverco, la iniciativa hará que unos 40.000 millones sean susceptibles de ser rescatados en el año 2025, aunque no esperan una salida masiva de clientes.
La ‘carta naranja’
Reconocen que el producto gana atractivo, pero creen que una medida así es “insuficiente” y debería ir acompañada de otra de concienciación como podría haber sido la ‘carta naranja’, que hoy envían ya a sus ciudadanos 10 países de la UE. Se trata de una misiva en la que los gobiernos informan a sus ciudadanos de la pensión que van a tener en el futuro en función de lo que han cotizado.
Lo cierto es que el Gobierno se comprometió a enviar esta carta, pero acabó echándose atrás y optó por plantear un simulador web que, según Inverco, da lugar a muchos errores. No actualiza las prestaciones en función de la inflación ni tiene en cuenta la pensión máxima del sistema, lo que genera una “ilusión monetaria” que puede llevar a engaños. “Puede calcular pensiones de 3.500 o 4.000 euros cuando la máxima ronda los 2.500 euros”, ha advertido el presidente de Inverco, Ángel Martínez-Aldama, en un almuerzo con los medios.
Por eso Inverco no renuncia a esta exigencia y sigue reclamando la famosa carta al Gobierno. A su parecer, ayudaría mucho a que los españoles se concienciaran de la necesidad de ahorrar, ya que la tasa de sustitución de las pensiones, que hoy ronda el 80% bajará al 50% en 30 años. Las pensiones no caerán en términos nominales, pero sí perderán mucho poder adquisitivo.
Apuesta por impulsar los planes de empleo semiobligatorios, como en Reino Unido
También reclaman un impulso a los planes de empresa y ponen como ejemplo al Reino Unnido, donde las empresas están obligadas a ofrecer a sus empleados este tipo de planes y son los trabajadores los que deciden si acogerse o no. Actualmente, 500.000 empresas y 8 millones de trabajadores participan en este tipo de planes. Y solo un 7% de los empleados los rechazan.
Sobre la fiscalidad, también tienen claro el modelo: hay que centrarse en las prestaciones y no en las aportaciones anuales. Según Aldama, las aportaciones que ha hecho el ciudadano al plan debería tributar al tramo IRPF correspondiente una vez que se rescata el plan, pero los rendimientos tendrían que tributar al tipo más bajo del tramo del ahorro. Hoy en día todo tributa como rentas del trabajo, así que el cambio reduciría considerablemente la factura fiscal.
En cualquier caso, Inverco considera absolutamente prioritario que el Pacto de Toledo, que actualmente trabaja en las recomendaciones de la reforma, presente cuanto antes sus opiniones sobre cómo debe ser el sistema de pensiones el día de mañana, con independencia de las medidas que se tengan que tomar en el corto plazo para mejorar la salud del sistema por la vía del gasto o del ingreso.
Y es que Inverco e Ibercaja lo tienen claro: un sistema mixto y no solo de reparto como el actual mejoraría mucho el sistema de pensiones español. “Al ver cómo va ir la tasa de sustitución queda claro que hace falta ahorro”, señala el director general de Ibercaja Pensiones, José Carlos Vizárraga.
