La nueva 'cuota de solidaridad' será una de las principales novedades en las cotizaciones sociales que afectará a más de un millón de trabajadores con salarios elevados a partir de 2025, tal y como recoge El Economista.
Este gravamen, aprobado por el Gobierno en la última reforma de pensiones, tiene como objetivo recaudar más fondos para el sistema de pensiones, especialmente de aquellos trabajadores cuyas nóminas superan la base máxima de cotización, fijada actualmente en 56.600 euros anuales.
A partir del próximo año, los trabajadores con sueldos por encima de esa base máxima verán cómo parte de su salario bruto, que hasta ahora estaba exento de cotizaciones sociales, comienza a estar gravado.
Este incremento en las cotizaciones no tendrá impacto en la pensión futura de los cotizantes, ya que se trata de un gravamen redistributivo: su función es generar más ingresos para el sistema de pensiones, pero no mejorará la base reguladora que calcula la pensión futura de los afectados. Esto significa que aunque paguen más, su jubilación no será mayor.
Tres tramos de gravamen
La 'cuota de solidaridad' se aplicará en diferentes porcentajes según el tramo salarial. Estos son los gravámenes que entrarán en vigor en 2025:
- Un 0,92% adicional sobre la parte del salario que supere la base máxima de cotización (56.600 euros) hasta un 10% más. Es decir, para los salarios que lleguen a 65.000 euros anuales, el incremento será leve.
- Un 1% para el tramo comprendido entre ese 10% adicional y el 50% superior a la base máxima, es decir, para salarios de 65.000 a 88.000 euros.
- Un 1,17% para aquellos salarios que excedan el 50% adicional, es decir, para retribuciones superiores a 88.000 euros anuales.
La afectación en las nóminas variará según el salario del trabajador. Para hacernos una idea, hagamos un ejemplo sobre su impacto en las nóminas:
- Un trabajador que gane 60.000 euros anuales verá una reducción de 9,5 euros mensuales en su sueldo.
- Si el salario asciende a 65.000 euros anuales, el descuento será de 55,5 euros.
- Para quienes cobren 75.000 euros anuales, el impacto será mayor, con una reducción de 260 euros en su nómina.
Escalado hasta 2045
La 'cuota de solidaridad' no se quedará estancada. De hecho, irá creciendo de forma progresiva hasta 2045, cuando los gravámenes para los salarios más altos serán mucho más elevados:
- El primer tramo subirá al 5,5%.
- El segundo tramo llegará al 6%.
- El tercer tramo alcanzará el 7%.
El reparto de la cotización entre empresa y trabajador mantendrá la proporción actual, donde el empresario asumirá cinco veces más que el empleado. Por ejemplo, en el segundo tramo de la cotización extra en 2045 (6%), un 5% será responsabilidad de la empresa y un 1% lo abonará el trabajador.
¿Por qué esta medida de la 'cuota de solidaridad'?
Esta medida, según el Gobierno, busca corregir un desajuste histórico: España tiene una base de cotización máxima más baja en comparación con otros países de la Unión Europea, tal y como apunta la base de datos europea MISSOC, ‘Mutual Information System on Social Protection’
Al aplicar este gravamen, se pretende captar más ingresos sin que los salarios más altos queden exentos, dado que hasta ahora solo pagaban cotizaciones hasta la base máxima, pero no sobre el resto de su retribución.
De esta forma, los altos sueldos contribuirán más al sostenimiento del sistema de pensiones sin que ello implique que obtendrán mejores prestaciones cuando se jubilen.
En resumen, la cuota de solidaridad añadirá una carga a los salarios más altos en 2025, lo que significa que más de un millón de trabajadores verán cómo se reducen sus nóminas sin obtener un beneficio adicional en sus futuras pensiones. El objetivo es claro: reforzar la sostenibilidad del sistema de pensiones ante el inminente reto del retiro masivo de la generación del baby boom.