La estrategia de Lidl en España llama la atención de Mercadona. Es más, la compañía valenciana considera que es "un competidor del que aprender". Así lo defendía la CEO de Mercadona Online e hija del fundador de la compañía, Juana Roig, durante una entrevista concedida esta semana a Itnig: "Lidl es muy potente. Lidl es competidor. Lo hace muy bien", reconocía.
Aunque Mercadona tiene una cuota de mercado muy superior a la cadena alemana, la compañía valenciana estudia de cerca los pasos de Lidl en nuestro país: "En España, para nosotros, Lidl es un competidor del que aprender mucho... aunque no tiene online", sonreía Roig.
No en vano, el discount alemán se ha convertido en los últimos ejercicios en "una opción cada vez más recurrente para los compradores", explicaba Kantar, que atribuye esta tendencia no solo por su posicionamiento en precio, muy relevante en un momento en el que los clientes buscan ahorrar, sino por su inversión en superficie. Como discount, el modelo de Lidl está centrado en ofrecer un surtido limitado, en el que destaca la marca blanca, y con una política aplicada de "precios bajos", basada en el control constante de costes.
"Ante el aumento de precios, Lidl ha conseguido acelerar su crecimiento durante los últimos meses y se está convirtiendo en una opción para más categorías, consiguiendo generar cestas de más valor", repasaba la consultora ya el pasado septiembre. Los expertos de Kantar destacan el crecimiento de Lidl sobre todo en algunas secciones como en verduras o postres lácteos, así como en pan de molde.
De forma paralela, el plan de expansión de Lidl -la apertura de nuevos supermercados- llama la atención entre los distribuidores. Solo en 2021, la alemana levantó la persiana a unas 40 tiendas en España, además de a una plataforma logística. En ese ejercicio, incrementó un 6,6% sus ventas netas, hasta superar los 5.100 millones de euros. En 2022, las tiendas abiertas fueron 41, distribuidas en 13 comunidades diferentes. A cierre del ejercicio -que se producirá el día 28-, Lidl contará en España con 670 establecimientos.
Se trata de un ritmo de aperturas que Lidl está estudiando mantener en los próximos ejercicios, incluido el que comienza a partir del 28 de febrero. "En 2023, tenemos previsto seguir impulsando nuestro plan de expansión de tiendas en España. Más allá de los seis nuevos puntos de venta con los que cerraremos los dos primeros meses del año, estamos acabando de perfilar aún los proyectos que formarán parte de éste", avanzan fuentes de la cadena alemana. El objetivo de la compañía es, explican, "crecer de forma sostenida y sostenible en España, contribuyendo de forma decisiva a la dinamización de la economía de nuestro país a través de la apertura de nuevas tiendas y almacenes, la creación de nuevos empleos estables y de calidad, y las compras de cada vez más producto nacional".
Lidl, tercera cadena en España
El despliegue de aperturas, insisten desde la empresa, se está llevando a cabo "teniendo en cuenta la subida de costes generalizada que afecta a todas las empresas, para la que en nuestro caso hemos hecho y seguimos haciendo grandes esfuerzos por contener los precios de venta de nuestros artículos –asumiendo a costa de nuestros márgenes una gran parte de los incrementos de costes sufridos por las materias primas o la energía– y poder cumplir así con el compromiso que adquirimos hace ya 29 años con el consumidor español: ofrecer siempre la cesta de la compra con la mejor relación calidad-precio del mercado", recalcan.
La estrategia les está funcionando, de momento, a la hora de captar clientes. El pasado enero, Lidl comenzaba el año con una cuota de mercado del 6%, por encima de la que registraba un año antes (5,5%), y con un crecimiento muy destacado desde antes de la pandemia; entonces, en marzo de 2020, Lidl tenía una cuota del 4,6%. De hecho, la alemana ocupa ya el tercer puesto en el pódium que comparte con sus competidores, solo por detrás de Mercadona (25,3%) y Carrefour (9,8%). Entre las tres superan los 41 puntos de cuota.
