El euríbor a doce meses ha cerrado este jueves el mes de marzo en el 0,545%, una bajada que pone fin a dos meses consecutivos de subidas y que rebajará las hipotecas contratadas hace un año que se revisen en abril en aproximadamente 65 euros mensuales o 780 al año. De este modo, una hipoteca media de 150.000 euros contratada hace un año, en marzo de 2012, pasará de abonar mensualmente una cuota de 600 euros a una de 535.
Esto es así porque hace un año, en marzo de 2012, el euríbor, que es el indicador más utilizado para el cálculo de hipotecas, se situaba en el 1,499%, casi tres veces más que ahora. La rebaja de marzo rompe con dos meses consecutivos de subidas, ya que en enero subió al 0,575% en su primera subida mensual desde octubre de 2010. En febrero de este año volvió a repuntar ligeramente hasta el 0,594%, y a lo largo de este mes ha oscilado entre el mínimo intradía del 7 de marzo (0,538%) y el máximo diario del pasado viernes, día 22 de marzo (0,553%). En la jornada de este jueves, ha cotizado al 0,547 %.
No obstante, de este descenso sólo se podrán beneficiar aquellos préstamos hipotecarios que no incluyan una cláusula suelo, que les impide bajar de un determinado porcentaje -que ronda el 3%-. La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) calcula que en España hay alrededor de cuatro millones de personas en cuyas hipotecas está contenida esta cláusula. Según un informe presentado por el Banco de España ante el Senado en 2010, aproximadamente un tercio de las hipotecas existentes estaban sujetas a cláusulas que limitan las oscilaciones de los tipos de interés. El pasado 20 de marzo, el Tribunal Supremo declaró la nulidad de las cláusulas suelo en los casos en que se produzca una falta de transparencia, estimando parcialmente un recurso de casación que presentó la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios y Financieros (Ausbanc) contra una sentencia que avalaba estas cláusulas.
Sistema en entredicho
En la evolución del euríbor pesan las subidas o bajadas de tipos de interés en la zona del euro que decide el Banco Central Europeo (BCE), cuyo mandato principal es el control de la inflación pero que en los últimos años ha procurado mantener bajo el precio del dinero para reactivar la economía de la región.
El euríbor marcó su máximo histórico en julio de 2008, al cerrar en el 5,393%, y a partir de ese momento inició una trayectoria a la baja que se paró en 2010, y que retomó a mediados de 2011. En los últimos meses, algunos bancos se han retirado del panel de entidades que permite calcular el euríbor, algo que el BCE no cree que dañe el mecanismo de transmisión de la política monetaria, pero que sí indica "una pérdida de confianza en el modelo".
Esta pérdida de confianza obedece a las recientes investigaciones que las autoridades de supervisión financiera de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania han llevado a cabo a algunos bancos por su implicación en la manipulación del Líbor, que refleja el tipo de interés al que los bancos esperan conseguir dinero cada día. El BCE ha animado a los bancos a permanecer en este panel, que sirve para "prevenir potenciales alteraciones en el funcionamiento de los mercados financieros", ya que es esencial que para que esa tasa sea representativa exista una participación bancaria apropiada.