Los ministros de Finanzas y Economía de la eurozona (Eurogrupo) están intentando acercar el acuerdo sobre la respuesta económica al impacto del coronavirus con múltiples contactos previos a la reunión que comenzará a las 17.00 horas para intentar desbloquear un pacto que por ahora se resiste por el enfrentamiento entre Países Bajos e Italia.
La videoconferencia anterior fue suspendida este miércoles tras dieciséis horas de negociaciones y desde entonces "ha habido muchas reuniones en muchos formatos", a nivel técnico pero también a nivel de ministros, según han explicado distintas fuentes comunitarias a Europa Press.
El departamento de la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, también está manteniendo "diversos contactos a distintos niveles" desde este miércoles por la mañana, apuntan fuentes diplomáticas.
A pesar de que París y Berlín continúan con sus diferencias con respecto a la emisión de deuda común para financiar el plan de recuperación a medio plazo, sus ministros Bruno Le Maire y Olaf Scholz, respectivamente, hicieron un llamamiento a la responsabilidad tras la reunión virtual fallida anterior.
Desencuentro sobre los eurobonos
Más allá del desencuentro sobre los eurobonos, Francia y Alemania comparten la urgencia de desbloquear el paquete de medida a corto plazo y de comenzar a diseñar el fondo que apoyará el relanzamiento posterior a la emergencia sanitaria.
Y el bloqueo reside precisamente en las diferencias entre Países Bajos e Italia en estos dos puntos. El holandés Wopke Hoeksrta sigue reclamando que el acceso a los fondos del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) esté vinculado a la adopción de reformas económicas de calado después de superar la crisis sanitaria.
Por contra, el italiano Roberto Gualtieri insiste en que las líneas de crédito del fondo europeo de rescate no lleven aparejada ningún tipo de condicionalidad y además exige la emisión de deuda común para financiar la recuperación posterior, algo que La Haya rechaza con contundencia.
Mientras tanto, el paquete de medidas que supondría hasta medio millón de euros en préstamos para los socios comunitarios, las empresas y los desempleados a través del MEDE, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el fondo contra el paro de la Comisión Europea sigue sin salir adelante.