El Eurogrupo ha insistido en la creación de un Fondo de Rescate (EFSF) que a su vez, capitalizará a un Mecanismo de Estabilidad (ESM o MEDE en español), que será el encargado de socorrer a los países que lo necesiten, como es el caso de España, pendiente de la llegada de fondos para recapitalizar la banca. Sin embargo, cada vez son más las voces que insisten que estos mecanismos tienen una ‘potencia de fuego’ limitada, que por si sola no libera de presiones a los mercados. Los expertos y el mercado insisten en que hace falta la liquidez ilimitada del Banco Central Europeo (BCE). Eso es lo que se espera esta semana.
Mientras que aun sigue vivo el debate sobre la naturaleza del ESM, el EFSF no termina de arrancar. Se ha capitalizado con unos 100.000 millones de euros, de los alrededor del 30% son activos a muy corto plazo, inferiores al año. Lleva muy poco tiempo y, a pesar de que le atribuyen una capacidad de abarcar importes superiores a los 700.000 millones de euros, lo cierto es que sus colocaciones han sido escasas en importe.
Hay voces críticas sobre el ‘firepower’ real de los mecanismos de rescate. Robert Johnson, del Institute for New Economic Thinking (INET) y profesor del London School of Echonomics, comenta que “la duda es si el ESM será capaz de estabilizar los mercados de deuda” con unos recursos de algo más de 500.000 millones de euros (descontando ya las ayudas a Grecia o Portugal), teniendo en cuenta un saldo vivo de 800.000 millones de bonos españoles o dos billones de deuda italiana.
Así que, en su opinión, la única estrategia que puede funcionar es “la liquidez ilimitada del BCE”, que ya en el pasado empleó programas de compra de deuda, a pesar de que “ahora no parece estar por la labor”. En los últimos tiempos, Draghi se ha refugiado en el mandato de banco central, de control de la inflación y balance corto, que rechaza la posibilidad de financiar a estados o rescatarles. De esta manera, Johnson aboga por un cambio en la naturaleza del BCE. No debe temer por tener exceso de bonos en cartera y sí actuar de manera contundente para estabilizar los mercados. Haciendo eso, además, "no aparecerán dichas pérdidas", concluye.
Andrés Alonso, del think tank Sintetia, comenta que “el EFSF se creó por una cuestión de riesgo moral, para no lastrar al BCE y no tener que modificar los tratados fundacionales. Pero a la pregunta de ¿es suficiente con estos mecanismos? la respuesta es claramente no”.
¿Por qué? No tanto por el comportamiento de los bonos del fondo de rescate ya emitidos, que cotizan razonablemente bien, aunque “tiene un spread alto con la deuda alemana y destacable incluso con la francesa”. “La gran duda reside en el ritmo de emisiones que puede absorber el mercado”. Es decir, al EFSF le falta mucho dinero por captar aun y no está claro que pueda hacerlo tan rápidamente, a pesar de que en el la información oficial sobre dicho instrumento se hace referencia al enorme número de inversores institucionales interesados en los bonos emitidos para rescatar países. Pero no sólo es España el emisor con problemas de acceso a los mercados.
Otros expertos como Goldman Sachs también prevén que el BCE va a tener que implementar, necesariamente, programas de compra de deuda en los mercados. Asimismo, aunque creen que el EFSF es “la primera línea de defensa del Eurogrupo”, prevén que si el fondo de rescate actúa, el BCE le secundará, con compras de deuda o activando un nuevo LTRO.
Así, la comparecencia del próximo jueves tras la reunión del consejo del organismo emisor se antoja más interesante que nunca. La expectación ante dicho evento es “históricamente máxima”, como dice coloquialmente Alonso. Con anterioridad, Mario Draghi mostró su reticencia a actual (5 de julio), hundiendo los mercados españoles de manera inexorable, pero la semana pasada dijo que haría "todo lo necesario" para salvar a la Eurozona. "Y será suficiente". Una nueva decepción podría ser tremenda y tanto el italiano como Ángela Merkel lo saben.