El que no arriesga, no gana. Ya en la recta final de su carrera como piloto, Fernando Alonso, acostumbrado a creer en lo que nadie cree y a remontar cuando nadie se lo espera, ha decidido adentrarse en los riesgos del mundo empresarial con inversiones millonarias en distintos sectores colaterales a esa Fórmula 1 a la que, incluso a sus 38 años, no descarta volver, según ha reconocido en las últimas horas.
El más visible de estos negocios es la primera gran prueba que está afrontando el ex piloto de Renault, Mclaren y Ferrari fuera de los circuitos. Kimoa, marca de ropa deportiva con inspiración de la italiana Linda Morselli, pareja de Fernando, acumuló más de un millón de euros en pérdidas en su primer año de vida, el ejercicio 2017, y cerca de 800.000 euros en el segundo, según consta en las cuentas de la empresa, a las que ha tenido acceso Vozpópuli.
Alonso ingresó unos 30 millones de euros en 2018 por cuestiones ligadas a su labor y marca deportiva
Sin embargo, a golpe de la visibilidad que dan los contactos del asturiano en la Fórmula 1, Kimoa parece poco a poco tender a entrar en sintonía con una constante en la carrera de su promotor: las remontadas. O al menos, parece ya atisbarse una luz al final del túnel por el que pasa la marca creada por el asturiano y que tiene que ver con los 75 países a los que, todavía a cuenta gotas, ya se comercializa. El importe neto de negocios de la empresa pasó de unos 404.000 euros en 2017 a 1,2 millones en 2018.
En cualquier caso, y teniendo en cuenta los casi 30 millones de euros que ingresó por cuestiones ligadas a su labor y marca deportiva en 2018, no parece que las pérdidas de Kimoa sean suficientes para amedrentar la deriva empresarial de Fernando. El piloto lleva en la frente el principio tan aclamado por inversores de experiencia de diversificar riesgos, y prueba de ello es que apuesta, paralelamente, por China y EEUU.
Haciendo escuela en China
De un lado, el asturiano ha cerrado distintos acuerdos con la gigante china de la distribución digital, Alibabá, la 'opaca' gigante de la comunicación Shanghai Yi Qian Communications y la proveedora de internet con notable presencia en el mundo de los vídeojuegos online Tencent, para impulsar una academia que consiga colocar en el futuro pilotos de China en la Fórmula 1.
La 'FA Karting School' promete ser un gran 'pelotazo' para Alonso, han esgrimido fuentes del sector, ya que aglutinará formación y competiciones en un mercado incipiente con más de 1.000 millones de potenciales interesados. Dentro del proyecto se incluye la construcción de decenas de circuitos de karting y escuelas para pilotos, además de la venta de productos de la propia marca de ropa de Alonso.
Occidente y videojuegos
Por el otro, aunque en parte relacionado con lo anterior, el ganador de las 500 millas de Indianápolis y bicampeón mundial de la Fórmula 1 ha sido el primer piloto de la competición madre en apostar de forma decidida por lo que muchos pronostican como el deporte del futuro: los E-Sports o competiciones de videojuegos, un negocio que al cabo de este año promete mover más de 1.000 millones de dólares.
Así las cosas, Alonso ha decidido invertir unos cinco millones hasta convertirse en socio de Motorsports Games, una empresa dedicada a la organización de competiciones de videojuegos vinculadas al Nascar estadounidense y a la propia Fórmula 1, de la mano de Codemasters. En paralelo, impulsa una escudería que participa en distintas competiciones virtuales de simulación de carrera, FA Racing Esports Logitech G.
El Global Sports Summit de Madrid de este año, impulsado por la estadounidense Microsoft y la holandesa Philips, ha sido el escenario elegido por Alonso para anunciar que próximamente, además, organizará un torneo propio de deportes electrónicos de carrera.